Reduzca el consumo de proteína en caballos cuando padecen enfermedades renales

La salud en los caballos es de vital importancia, sobre todo si ejercen alguna actividad o deporte en la cual necesiten desempeñarse con alto rendimiento y ser competitivos. Enfermedades de tipo renal pueden frenar y ralentizar su desarrollo en estos campos, ya que causa deshidratación, pérdida de peso, problemas cardíacos, entre otros síntomas.

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Uno de los métodos para combatir este tipo de afecciones es el control de la alimentación del equino.Es conocido que las propiedades y nutrientes que pueden llegar a tener estos productos con ingesta continua son beneficiosas para el caballo. Un suplemento importante que se podría emplear en estas dietas son las proteínas, o más específicamente aminoácidos esenciales, para el desarrollo y la reparación de los músculos. Las proteínas juegan un papel fundamental en el transporte de minerales a través de la sangre.

“Los caballos obtienen su proteína de dos fuentes: mediante la dieta y a través de la proteína microbiana que se encuentra en su mayoría en ciego y colon. La primera se digiere enzimáticamente la porción más oral del tracto digestivo y deja aminoácidos libres disponibles en el intestino delgado para ser absorbidos; en la segunda se encuentra, en cambio, en la porción más posterior del tracto digestivo, sin embargo, aún se discute la capacidad del colon para absorberla; razón por la cual la proteína dietária sigue siendo la más importante”, comentó Alejandra Soto, médica veterinaria, docente y especialista en equinos de la Fundación Universitaria San Martín.

La nutrición es un aspecto fundamental en la salud de cualquier ser vivo, y en el caso de los caballos con enfermedades renales, su dieta es crucial para mantener su bienestar. Es importante destacar que los aminoácidos absorbidos por el organismo son la base para la elaboración de nuevas proteínas, la formación de músculos, la reparación de tejidos, la adquisición de energía y muchas otras funciones vitales para el cuerpo. Por esta razón, es fundamental que la dieta de estos animales sea balanceada y monitoreada constantemente.

La enfermedad renal en caballos es poco común, sin embargo, cuando se presenta, puede ser el resultado de varios factores, como el cólico, el uso de algunos fármacos o incluso el ejercicio extenuante, según explicó la experta.

El manejo nutricional de estos pacientes tiene dos objetivos principales: mantener o mejorar su condición corporal y evitar el exceso de proteína en su dieta. Aunque en otros animales e incluso en humanos se recomienda una dieta baja en proteína para tratar la enfermedad renal, en los caballos esto puede no ser lo más adecuado.

Es por ello que estos caballos necesitan un monitoreo constante para evitar el exceso de productos nitrogenados, como los proteicos, que son eliminados a través de la orina. La recomendación para estos animales es una dieta de pasturas frescas, palatables y de buena calidad.

En caso de ofrecer otra fuente de alimentación, como concentrados o suplementos, es importante hacer un monitoreo cuidadoso de las concentraciones de nitrógeno ureico en sangre y creatinina, para garantizar una dieta balanceada y adecuada para su condición renal.

La alimentación adecuada de los caballos con enfermedades renales es fundamental para su bienestar y calidad de vida. Un monitoreo constante de su dieta, junto con una alimentación balanceada y de buena calidad, puede ser la clave para mantener su salud y prevenir complicaciones futuras. Es importante recordar que cada caso es único, por lo que se recomienda consultar con un veterinario especializado en nutrición equina para diseñar una dieta adecuada a las necesidades específicas de cada animal.

"Usualmente, a los caballos con insuficiencia hepática, se les reduce el consumo de proteínas también. Esto teniendo en cuenta la importancia del hígado en el metabolismo proteico; sin embargo, la evidencia no apoya una reducción drástica en su consumo, más bien, y similar a lo que ocurre en los animales con enfermedad renal, se debe hacer un monitoreo juicioso para evitar posibles efectos adversos cuando hay exceso de ella", agregó Soto.