Equinos

Estas son las cosas que no sabía sobre cómo duermen y recuperan su energía los equinos

Los caballos tiene la habilidad de poder dormir de pie, pero aunque se crea que esta es la única manera en la que duermen también se tumban para poder descansar
Juliana Ramos Mosquera
09 de abril de 2025
Bloomberg

Los caballos, en muchas culturas, son considerados animales majestuosos y esenciales por sus diferentes características, pero lo que los hace más diferentes es que poseen patrones de sueño únicos que reflejan su evolución a través del tiempo. A diferencia de muchos mamíferos, los equinos desarrollaron la capacidad de dormir tanto de pie como acostados, adaptándose de esta manera a las necesidades de supervivencia y al entorno que los rodea.

Esta habilidad de poder dormir de pie se debe a un mecanismo anatómico conocido como “aparato de estancia pasiva”. Este sistema permite que los caballos bloqueen las articulaciones que tienen en sus extremidades para mantenerse erguidos sin mayor esfuerzo muscular. De esta manera, los equinos tienen la capacidad de descansar en estado de somnolencia ligera y siempre alertas ante cualquier amenaza. No obstante, para que estos animales puedan alcanzar las fases más profundas y reparadoras del sueño, como lo es la fase REM, es necesario que se tumben, debido a que durante esta etapa se produce una relajación muscular completa, además de procesos esenciales para la recuperación física y mental.

Es importante destacar que el ciclo de sueño de los caballos es polifásico, lo que significa que se distribuye en múltiples periodos cortos a lo largo del día y la noche. En total pueden llegar a dormir entre tres y cinco horas diarias, de las cuales una pequeña fracción corresponde a la fase REM.

Las fases por las que pasa el equino para lograr su descanso a largo del día varían, entre presentar somnolencia ligera, que puede durar hasta 30 minutos, y ocurre cuando está principalmente de pie. En esta fase, el caballo está relajado, aunque se mantiene alerta.

Por otro lado, el sueño profundo no REM, se caracteriza por una disminución de la actividad cerebral y muscular, y se puede dar cuando el caballo está de pie o acostado. Finalmente, la etapa de sueño REM es la más profunda y reparadora de todas, además es crucial para poder consolidar la memoria y la recuperación mental. Esta etapa solo se alcanza mientras que el caballo se encuentre tumbado.

Tenga en cuenta que factores como la edad, el entorno y el estado de salud influyen en la calidad y cantidad del sueño de cada equino. Por ejemplo, los potrillos suelen necesitar más horas de sueño que los adultos, y los caballos que se sienten seguros en su entorno tienden a tumbarse con mayor frecuencia para poder alcanzar las fases más profundas del sueño. En comparación con situaciones de estrés, dolor o ambientes inseguros, que son un factor determinante para reducir el tiempo de descanso, que afecta negativamente su bienestar.

Es por esto que es fundamental proporcionar un ambiente adecuado para el descanso óptimo de los equinos. Espacios amplios, cómodos y seguros les permiten tumbarse sin temor alguno, para facilitar la entrada de las fases más reparadoras del sueño. Finalmente, comprender y respetar los patrones de descanso es fundamental para poder garantizar la salud y el rendimiento óptimo de estos animales.

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