El clima extremo que hay en todo el mundo ya puede disparar la factura alimentaria

Están avivando la preocupación por las cosechas, lo que ha provocado una subida de los precios de los alimentos básicos que podría acabar repercutiendo en un aumento de la factura de la compra.

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El Bloomberg Agriculture Spot Index -que incluye nueve productos principales- va camino de registrar una subida mensual de alrededor del 7%, la mayor desde que la invasión rusa de Ucrania disparó los mercados a principios de 2022. Aunque sigue lejos del máximo de ese año, el repunte se produce mientras las explotaciones agrícolas de Brasil a Vietnam y Australia luchan tanto contra las inundaciones como contra un clima excesivamente seco, que amenaza al azúcar, los cereales y el café.

«Recientemente hemos visto una confluencia de peores condiciones meteorológicas que han empujado los precios al alza», ya que la incertidumbre de la oferta significa que los compradores están dispuestos a pagar más, dijo Michael Whitehead, jefe de perspectivas de agronegocios de ANZ Group Holdings Ltd.

Esto supone un cambio de tendencia con respecto a principios de año, cuando los precios de los alimentos se mantuvieron en gran medida bajo control gracias a una oferta saludable y a la caída de la demanda en mercados clave como China. Si el repunte continúa, podría repercutir en los precios de los supermercados, según Dennis Voznesenski, director asociado de economía sostenible y agrícola del Commonwealth Bank of Australia.

El índice agrícola analiza los productos básicos utilizados para alimentar al ganado, endulzar bebidas y hornear pan. Los cultivos más pequeños, como el cacao -esencial para los fabricantes de chocolate-, también han repuntado en 2024 tras la escasez en África Occidental, y las perturbaciones meteorológicas han disparado los costes de las verduras en algunos países.

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Los futuros del trigo en Chicago subieron en septiembre por la preocupación de que las malas condiciones meteorológicas en los principales exportadores puedan reducir aún más las reservas mundiales, que ya se dirigen a su nivel más bajo en nueve años. Los campos australianos se han visto amenazados por la sequía y las heladas, y la falta de lluvias en la región del Mar Negro está limitando la siembra de la cosecha del año que viene.

Por su parte, los futuros de la soja están a punto de registrar la mayor subida mensual en dos años, en un momento en que Brasil, principal productor, se enfrenta a su peor sequía en décadas. Las condiciones áridas - que han restringido el ritmo de siembra temprana - se espera que persista en algunas zonas, pronosticador Maxar dijo en una nota el viernes. También se han declarado incendios en los campos de caña de azúcar del país, lo que ha hecho subir los futuros del edulcorante casi un 17% este mes.

El café arábica subió al nivel más alto desde 2011, ya que el mal tiempo también afecta a los árboles durante el periodo crucial de floración. La variedad de café robusta, normalmente más barata, también se ha visto afectada por el mal tiempo, por lo que ahora es casi igual de cara. La sequía en el cinturón cafetero de Vietnam, seguida de fuertes lluvias a medida que se acerca la cosecha, ha afectado a la producción del principal productor.

En el sudeste asiático, la oferta de aceite de palma se reduce a medida que envejecen los árboles, lo que ha llevado a los futuros a alcanzar máximos de cinco meses y una prima poco habitual frente al aceite de soja.

Todo esto significa más dolor en la cadena de suministro, desde los agricultores que luchan contra el robo de granos de café hasta los consumidores que pagan más por las hamburguesas. Y los fondos de cobertura apuestan por nuevas ganancias, aumentando las apuestas netas alcistas en azúcar, harina de soja y cacao a 24 de septiembre, según muestran las cifras del gobierno.

Los analistas de JPMorgan Chase & Co. señalaron en un informe la semana pasada que la sequía en gran parte del norte y el centro de Brasil probablemente seguirá amenazando las cosechas de este peso pesado de la agricultura. Además, según Whitehead, los operadores están pendientes de las tensiones en Oriente Medio y el Mar Negro y de cómo influye el resultado de las próximas elecciones estadounidenses en las relaciones comerciales con China.

«Hay un grado razonable de volatilidad ante el que los mercados no están dormidos», dijo. «Hay que mantener un ojo en el cielo y otro en la política».