Este es el valor que tiene la alimentación escolar para el buen desarrollo de Colombia

Si bien la alimentación es un derecho fundamental que tienen todas las personas, se le da un valor más especial en niños, niñas y adolescentes. Una nutrición adecuada, además de ser esencial para el crecimiento y desarrollo físico, también impacta positivamente en el aprendizaje, la concentración y el bienestar general.

No obstante, pese a lo expuesto, la malnutrición sigue siendo un problema global. Según cifras recientes, 149 millones de menores de cinco años en el mundo presentan retraso en su crecimiento debido a la desnutrición, mientras que 40 millones sufren de sobrepeso y asimismo presentan carencias de nutrición. Estas deficiencias afectan tanto a la infancia, como a la salud pública, el desarrollo económico y social de las comunidades.

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Ante este panorama, los programas de alimentación escolar (PAE) surgen como una estrategia clave para poder garantizar el acceso de los niños y niñas a una alimentación saludable, reducir la ausencia escolar y mejorar el rendimiento académico. En el mundo, más de 140 millones de estudiantes se ven beneficiados con estos programas desde su fundación en el siglo XX, de los cuales 80,3 millones están en América Latina y 5,7 millones en Colombia.

El PAE en Colombia, por su parte, inició en 1941 y hoy es una de las estrategias más importantes del país en materia de educación y bienestar infantil. De acuerdo con el Ministerio de Educación Nacional (MEN), el PAE brinda asistencia a cerca de 5,8 millones de estudiantes, lo cual representa 80% de la población escolar en instituciones educativas públicas.

De igual manera, el Departamento Nacional de Planeación (DPN) y en colaboración con el MEN dieron buenos resultados frente al PAE gracias a que redujo la deserción escolar de 10% a 25%, entre 7% y 13% disminuyo la repitencia, mejoró el aprendizaje y la continuidad en las trayectorias educativas, y aumentó 39% la finalización de la educación secundaria. Estos resultados posicionan a Colombia como un país referente en la operación del PAE, al consolidar estrategias para fortalecer la alimentación escolar y promover ambientes alimentarios más saludables y sostenibles.

A pesar de este avance, Colombia continúa en la lucha por tener una política pública nacional de alimentación escolar. Es por esto qu, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) acompañan a Colombia en la adaptación de la metodología de Escuelas Sostenibles, adaptadas por 14 países diferentes de la región, en las que se incluye Colombia, donde este año se inició un plan de pilotaje para mejorar los ambientes alimentarios escolares en:

• Arauquita, Arauca:
  En la Institución Educativa Técnica Agroindustrial San José de la Pesquera.
• Arbeláez, Cundinamarca:
  En las Instituciones Educativas Departamentales de Kirpalamar y John F. Kennedy.
• Quibdó, Chocó:
  En la Institución Educativa Técnica Integrado Carrasquilla Industrial y en la Institución Educativa Técnica Agroecológica Cristo Rey de Tutunendo.

La Metodología adaptada para Colombia tiene un principio de vinculación con toda la comunidad para poder promover la Educación en el Derecho Humano a la Alimentación y Nutrición Adecuadas; la oferta alimentaria saludable, sostenible y con pertinencia territorial (menús, PAE, tienda escolar, entre otros).

Para 2026, el Gobierno colombiano se propuso ampliar la cobertura del PAE a 7,3 millones de estudiantes, con una atención efectiva de 95% durante todo el calendario académico. Según Laura Arévalo, especialista en nutrición y coordinadora de proyectos sobre alimentación escolar de la FAO, “Colombia hace parte de la Red de Alimentación Escolar Sostenible (Raes) y con ello su inclusión en Análisis de indicadores de avances de los programas de alimentación escolar en ALC (Ampae), informe que será publicado en los próximos meses. Estas plataformas representan una oportunidad para contar con información que, además de facilitar la toma de decisiones, movilice la participación del país en las apuestas regionales alrededor de la alimentación escolar”.

Finalmente, la alimentación escolar no es solo una responsabilidad del Estado. Es un proceso que involucra a familias, docentes y a la comunidad educativa, desde este tipo de programas se demostró que la escuela puede sentar bases para que los niños y niñas tengan la posibilidad de acceder a una alimentación saludable. A pesar de que, Colombia avanza significativamente en este camino, el reto aún continúa.