Según expertos las mascotas generarían una atmósfera constructiva y colaborativa

Mila es un can de raza Rottweiler con 18 meses de edad, y ella acompaña frecuentemente a su dueño Gabriel Durazo a su oficina, quien considera que su mascota ya es parte de la rutina laboral, “los perros entienden los momentos de complejidad, creo que en muchas de las situaciones en las que tengo mayor estrés, Mila me ayuda a romper la rutina”.

Los Rottweilers son perros grandes y musculosos. Son distinguidos por ser leales, confiables y protectores. A menudo son reservados con los extraños, pero no son agresivos sin provocación. Su naturaleza protectora los hace excelentes perros guardianes, así lo consideró Miguel Ángel Garduño, maestro veterinario.

Garduño explicó que los perros como Mila, pueden ser sensacionales compañeros cuando se crían en un ambiente amoroso y estructurado. “Como cualquier raza, la educación y la comprensión de sus necesidades específicas son la clave para un feliz compañerismo”.

Una de las tendencias más relevantes que se desarrolló en cuanto a bienestar emocional, a partir de la pandemia de la Covid-19, es la integración de las mascotas en el ambiente laboral que ha demostrado tener múltiples beneficios, respaldados por estudios internacionales.

Estos beneficios incluyen la mejora del bienestar de los empleados, el aumento de la productividad y la creación de un entorno más colaborativo.

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Un análisis de la Universidad de la Mancomunidad de Virginia en Estados Unidos enfatizó que la presencia de los perros en la oficina puede reducir significativamente los niveles de estrés en los empleados y mejorar la satisfacción laboral. Este hallazgo es crucial, dado que los empleados menos estresados tienden a mostrar un mejor desempeño y una menor intención de dejar su puesto de trabajo.

En entrevista con El Economista, María Teresa Zavala, CEO de Practical Education for Executives, quien es científica y ha desarrollado diversos métodos para mejorar la calidad de vida de los empleados, basados principalmente en neurociencia, consideró que la interacción de las mascotas ayuda a disminuir el cortisol mejor conocida como la hormona del estrés, pero al mismo tiempo, aumenta la liberación de las endorfinas, mejorando el estado de ánimo de los trabajadores.

“Se ha observado que los empleados pueden sentirse más inspirados y creativos, contribuyendo a un ambiente más dinámico, productivo y feliz”.

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Incluso, Nestlé Purina creó el programa Pets at Work Alliance, una alianza voluntaria sin fines de lucro de empresas que se han unido para abrir sus puertas a los perros y que así tener mascotas sea más fácil. Los empleados consideran que el ingreso de sus mascotas ayuda a equilibrar la vida personal y laboral.

María Teresa Zavala consideró que es fundamental la implementación de políticas claras que regulen la presencia de mascotas en el espacio de trabajo. “Esto incluye reglas sobre el comportamiento adecuado de las mascotas, su cuidado y la limpieza necesaria. Es importante proporcionar los espacios correctos para los cachorros y asegurarse de que todos los empleados se sientan cómodos con su presencia”.

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Un estudio realizado por Frontiers in Psychology ha mostrado que llevar perrosal trabajo puede mejorar la cohesión del equipo, fomentando un ambiente de apoyo y colaboración.

Elena Morales, psicoterapeuta, consideró que las mascotas no solo mejoran la productividad y el bienestar en general, sino que también juegan el papel fundamental en la mejora de la salud mental de los equipos de trabajo.

“Las investigaciones han demostrado que la presencia de los animales domésticos puede tener efectos significativos en la reducción de estrés, ansiedad y la depresión, factores que son críticos en el contexto laboral”.

Un estudio realizado por la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association) averiguó que acariciar un perro puede reducir la presión arterial y los niveles de cortisol, ya que este tipo de interacción produce un efecto calmante, que puede ser beneficioso en entornos de alta presión arterial.

Verónica López, terapeuta holística, dijo que la presencia de las mascotas en un entorno laboral tiene un gran impacto energético, ya que “siempre va a modificar la energía del espacio donde esté. Ellas vienen a ayudar transmutar muchas de las frecuencias vibracionales de los humanos”.

López mencionó que los cachorros no sólo influyen en la frecuencia vibratoria sino en el impacto emocional, lo cual incluso se traduce en impactos físicos.

“Las mascotas ayudan a transmutar enfermedades, las somatizan para transmutar las enfermedades de sus dueños. En una oficina su presencia tiene impacto positivo de algún modo en los miembros de la compañía”.

Incorporar mascotas en el entorno laboral ofrece numerosos beneficios psicológicos y emocionales que pueden mejorar significativamente la salud mental y la eficacia de los equipos de trabajo. Los canes generan una atmósfera constructiva, colaborativa y de bienestar, que son de las mejores conexiones humanas, donde las emociones positivas son contagiosas”, concluyó María Teresa Zavala.