Conozca la manera correcta de educar a un perro por comportamientos indebidos

Las mascotas, actualmente, se han convertido en un miembro más de la familia, pero por más amor que se les tenga a los animales de compañía es necesario poner límites en su actuar para evitar accidentes o comportamientos indeseables. Sin embargo, muchas veces para lograr corregirlos se les va la mano a los dueños de las mascotas, es por esto que es necesario conocer la manera más apropiada para conseguir disciplina en los perros.

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El primer paso es entender por qué su animal de compañía se comporta mal o de una forma determinada. Muchos de estos problemas pueden ser considerados actitudes comunes de los caninos y ocurren cuando las mascotas no pueden expresar sus sentimientos fácilmente, por lo cual recurren a sus instintos naturales. Lo primordial en estos casos es analizar a qué se debe el comportamiento de su animal antes de reprenderlo por sus acciones.

De hecho, el perro siempre ha sido considerado como un animal sociable y para él quienes están en su hogar son los que pertenecen a su manada, lo que es algo positivo, ya que con base en esto los caninos siempre se comportan conforme entiendan que le gusta a su dueño, un gran beneficio sin duda, pues que su mascota lo reconozca como parte de su manada hace más sencillo el control de sus acciones y sin agresiones de por medio.

Siguiendo por esta línea, muchas veces los problemas de comportamiento suelen empezar cuando la posición dominante de la manada la quiere tener el perro, que lleva a problemas de agresividad y otra serie de comportamientos indeseados, conductas habituales que tienen un perro que se cree el líder de la manada, aunque para algunos esto suene extraño. Bajo esta posición es necesario que tenga presente que su mascota no responderá a ningún adiestramiento ni disciplina. Ante esta situación es crucial que el dueño establezca el rol dominante frente a su mascota para que cuando lo consiga le sea fácil mantenerlo y así obtener el comportamiento que desee en su animal.

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Se cree que una de las maneras más fáciles de conseguir minimizar estos comportamientos es impartiendo disciplina física; no obstante, esta no es la única opción. Por ejemplo, privar al perro de algo que desee o le guste, como que el dueño lo ignore por su mal comportamiento momentáneo, puede llegar a ser mucho más efectivo sin necesidad de recurrir a los golpes.

Asimismo, recompensar el comportamiento positivo que tenga el perro con comida, caricias o juegos, puede lograr que el animal adopte rutinas apropiadas, con el fin de conseguir algún premio. Todo esto se ha respaldado en estudios que han demostrado que un perro aprende más rápido con recompensas que utilizando otras medidas mucho más agresivas.

Puede quizás hablarle en tono fuerte y de mando, para que usted le demuestre quién es el que manda en el hogar, pero sin llegar a gritarlo en exceso, pues eso puede causar miedo y la idea es que su mascota corrija comportamientos indebidos, mas no que le tenga temor porque eso en vez de ayudar empeorará las cosas.

De igual forma, lo fundamental es que estas técnicas se pongan en práctica, recién se haya cometido la acción indebida debido a que si se hace tiempo después causará temor y miedo. Recuerde que más que solo castigar, puede ser más fructífero premiar el buen comportamiento de la mascota para que de esta manera esta entienda cuál es la forma correcta de comportarse.

Desde el amor se puede lograr más cosas que desde la agresión, si su perro padece de algún problema de comportamiento difícil sería oportuno busca el consejo de algún experto veterinario que sepa de tema. Tenga en cuenta que existen otro tipo de técnicas para problemas determinados y direccionados a los que esté pasando con su compañero de cuatro patas.