Los cuidados que se deben tener durante el parto bovino

En toda explotación ganadera dedicada a la cría, una de las actividades más importantes debe ser la atención de los partos. Es un momento en el que se debe vigilar la salud de la madre y de la cría, así lo indicó Germán Alonso Prada Sanmiguel, coordinador de la maestría en Medicina Interna y Cirugía de Grandes Animales de la Universidad de La Salle.

Por ello, es fundamental que cuando la cría nazca, su ombligo sea cortado con un elemento desinfectado, la falta de asepsia puede generar problemas graves. Principalmente la onfalitis, inflamación del ombligo, y si no se trata a tiempo puede causar hasta la muerte.

Esta infección del ombligo, si llega a un alto grado puede provocar enfermedades como: enteritis que causa inflamación del intestino, y que trae dolor, diarrea e inapetencia. Otras enfermedades son la poliartritis, inflamación de las articulaciones; neumonía, llevando a la presencia de fiebre, dolor torácico, y enfermedades bacterianas; Colibacilosis por la presencia de E.coli y otras enfermedades asociadas con bacterias como la salmonella.

Por ello, para prevenir la onfalitis y las enfermedades que se derivan de esta, expertos recomiendan que el nacimiento se dé en un lugar limpio. “Una vez se cumple con estas medidas y con el corte del ombligo, se debe proceder a la aplicación de una solución yodada en el área umbilical del animal.

Dicho protocolo debe realizarse desde el primer día hasta el quinto de nacido en caso de ser necesario”, indicó Esperanza Polania, coordinadora de salud, inocuidad y bienestar animal del Fondo Nacional del Ganado (FNA).

Además, debe haber un seguimiento continuo, examinando el área umbilical, la cual debe ser suave y flexible. En caso de que se encuentre dura, engrosada y cause incomodidad al ternero, se debe evaluar la posibilidad de una infección. “La desinfección del ombligo evita la entrada por este medio al organismo de agentes patógenos, que llegan a causar en el animal síntomas como decaimiento, cuadro febril, falta de apetito y secreción purulenta por el ombligo”, dijo Héctor Javier Narváez, médico veterinario, docente de la Universidad de Santander.

Si la cría ya padece la afectación, Prada Sanmiguel, recomienda que, “la infección se debe tratar de forma inmediata, el primer paso es retirar todo el tejido muerto, aplicar, posteriormente, un antiséptico y al mismo tiempo, iniciar un tratamiento sistémico con antibióticos de corta acción, por un lapso no menor a cinco días y analgésicos por un periodo de tres días”.

El tratamiento debe ser instaurado por un médico veterinario, quien dependiendo de un examen clínico minucioso podrá determinar la severidad del cuadro y por ende, el tratamiento más adecuado.

Por su parte, Polania advierte que también se puede utilizar sustancias tópicas repelentes y ectoparasiticidas para prevenir problemas como gusaneras secundarias.

“Sea cual sea el tratamiento, debe ir acompañado, de unas buenas condiciones higiénicas en el lugar de estadía del animal”, argumentó.

“Cuando el ternero se infecta causa bacteremia y septicemia, es decir, una contaminación generalizada por todo el cuerpo del animal a causa de la bacteria, por lo que el riesgo de muerte es alto”, dijo Narváez.

Por ello, lo que más recomiendan los expertos es que en las fincas se logren implementar buenas prácticas ganaderas para evitar pérdidas por muerte debido a estas complicaciones.

Es fundamental que los terneros estén bajo supervisión por lo menos durante la primera semana después del nacimiento