Juan Pablo Betancourt, jinete líder del salto ecuestre que quiere ir a los Panamericanos

La equitación, además de ser un deporte, es una práctica centrada en la conexión y comunicación entre el jinete y el caballo. A lo largo de los últimos años, ha tenido un crecimiento importante en el mundo y, en Colombia, se ha adoptado en diferentes regiones, lo que ha llevado al surgimiento de diversos jinetes que han trasladado esta disciplina hasta su punto más alto.

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Según la Federación Ecuestre de Colombia, se practican diversas disciplinas, entre las que se incluyen el salto de obstáculos, la doma clásica o el adiestramiento, la prueba completa de equitación, el volteo, entre otras.

Su práctica implica tanto el dominio de habilidades esenciales para desenvolverse correctamente, como el requerimiento de conocimientos especiales sobre la anatomía del caballo, sus ejes comportamentales, la manera de mantener el control preciso, etc.

Todas estas destrezas hicieron que Juan Pablo Betancourt, jinete profesional con proyección, hoy en día sea uno de los colombianos que esté liderando el salto ecuestre en el país, considerado uno de los máximos exponentes de este deporte.

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Betancourt nació en Cali, Valle del Cauca. Desde los ocho años, inició su trayectoria en la equitación al ser inscrito por sus padres en una escuela especializada en esta disciplina. Allí, además de forjar sus habilidades para montar, descubrió su sólida conexión con los equinos.

De ahí en adelante, este caleño comenzó a forjar su carrera y vida en torno al arte de la equitación. Integró la selección Colombia en la categoría de infantes y representó al país en toda Sudamérica, obteniendo el título de jinete más joven que ha saltado en el campeonato profesional.

Posteriormente, de la mano de Troya, compañía destacada en la comercialización de productos ecuestres, participó en competencias de renombre tanto a nivel nacional como internacional.

Representó a Colombia en Estados Unidos, donde ganó una medalla de bronce, se proclamó campeón en los Juegos Bolivarianos Ecuestres, triunfó en el Concurso Nacional de Salto que se llevó a cabo en el Club Campestre de Cali y, actualmente, está a la espera de la realización de los próximos Juegos Nacionales de 2023.

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“Este deporte es como la Fórmula 1, el diferencial es económico y nuestro país es una zona con altos niveles de pobreza. Con lo que se invierte en esponsorizar jinetes o llevar un caballo a otro país, pueden llevar a toda una delegación de atletismo”, precisó Bentacourt. “Sin embargo, yo creo que las metas personales son lo importante, el dinero siempre será un medio para conseguir los objetivos, más no el fin”.

¿Cómo llegó a convertirse en uno de los mayores exponentes de este deporte a nivel nacional? La respuesta gira en torno a la disciplina. La destreza solo es alcanzable por la constancia y disciplina que se tenga. La determinación y el arduo trabajo son claves para la obtención de buenos resultados.

Pese a que convertirse en un deportista de alto rendimiento en el salto ecuestre lo ha llevado a participar de un sinnúmero de campeonatos, Betancourt tiene en la mira ir a los Juegos Panamericanos.

“Solo puedo decirles a los jóvenes que inician en este mundo de la equitación que persigan sus sueños y sigan adelante. Esta actividad, más que un pasatiempo, es un deporte que implica ser disciplinado, pero también amar a estos animales. A los jóvenes, los invito a que vivan esta experiencia”, manifestó Betancourt.