Granjas avícolas esperan soluciones con respecto a problemas en la vía a Los Llanos

Los productores avícolas de los Llanos Orientales, que significan un porcentaje importante de la producción nacional, no duermen tranquilos nunca y mucho menos en las épocas de invierno.

Aunque en los últimos meses no se han presentado cierres prolongados por derrumbes o problemas de orden público, la incertidumbre de una carretera que no ofrece seguridad ronda todos los días y perjudica la productividad.

El segundo semestre del año pasado fue una pesadilla para las empresas asentadas en algunos municipios de la vía al Llano y las del Meta y otros departamentos. El momento más crítico se presentó el 18 de julio con la avalancha en la vereda Naranjal, de Quetame, que dejó 15 personas muertas y taponó los carriles de la vía por completo.

La carretera cerró durante varios días y de ahí en adelante por varios meses hubo otros incidentes de derrumbes y bloqueos que tuvieron como consecuencia cierres preventivos e imposibilidad de transitar las 24 horas del día.

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Fueron varios meses de muchos perjuicios para las 79 grandes granjas ubicadas en el sector, con gran peso en la producción regional en el centro del país. Sólo una granja ubicada en el Municipio de Guayabetal tiene más de un millón de aves.

Las constantes interrupciones de la vía perjudicaron ostensiblemente a las productoras para sacar su producción de huevos y carne hacia Bogotá y el resto del país. Pero ese no fue el único perjuicio, también sufrieron por la escasez de materia prima para la alimentación de sus aves y, por ende, la subida de sus costos.

Para Nicolás Vásquez Salazar, gerente de Pollo Olympico, “desafortunadamente no sólo con los deslizamientos del último año, sino en general con los deslizamientos de los últimos cinco años en varios de los puntos críticos de la Vía al Llano, en Pollo Olymplico nos hemos visto afectados con regularidad, en temporada de lluvias, debido a la caída de material sobre la vía, pero también en temporada seca”, describe.

Si bien en lo corrido del año 2024 no se han presentado cierres grandes de la vía, la incertidumbre es constante y por diversos motivos de origen geológico y social en la zona, el transporte de productos e insumos se ve constantemente afectado.

“Desgraciadamente no se ven trabajos importantes por parte del gobierno o la concesión, buscando la solución de la problemática en el último año, ni en el kilómetro 58 donde está la situación más crítica, ni en los otros puntos delicados sobre la vida, Por lo tanto, la recuperación no se ha logrado como hubiésemos esperado”, afirma Nicolás Vásquez Salazar, gerente de Pollo Olympico.

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Para Gonzalo Moreno, presidente de Fenavi, “no puede ser que la comunicación entre Bogotá y Villavicencio, dependa de una carretera de 90 kilómetros que constantemente está amenazada por derrumbes. Los Llanos Orientales son clave."