Las opciones que tienen las personas si su mascota le genera algún tipo de alergias

Para quienes padecen de alergias a los gatos o perros, la convivencia puede parecer tortuosa o incluso un desafío imposible de superar. Afortunadamente, con las medidas adecuadas que minimicen las molestias alérgicas, es posible poder compartir el hogar con estos animales.

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Las alergias a perros y gatos no siempre se deben al pelo, sino a las proteínas que están presentes en la saliva, la piel y las glándulas sebáceas. Por lo cual, cuando el animal se acicala, estas partículas se distribuyen por su pelaje y, al desprenderse, suelen ocasionar contaminación en el ambiente, lo que provoca las reacciones alérgicas, principalmente en personas que son sensibles a esto.

Sin embargo, no todo está perdido debido a que existen estrategias para una convivencia saludable con los animales de compañía. En primer lugar, es importante bañar y cepillar a su mascota con frecuencia, pues esto ayuda a reducir la cantidad de alérgenos presentes en su pelaje y lo más recomendable es que la persona alérgica no realice estas tareas.

Por otro lado, puede mantener a su mascota fuera del dormitorio y de áreas en las que usted pase mucho tiempo, gracias a que esto permitirá crear zonas libres de alérgenos, para proporcionar alivio durante sus momentos de descanso. Asimismo, aspire alfombras, muebles y cortinas por lo menos dos veces a la semana y considere utilizar purificadores de aire para disminuir la concentración de alérgenos en el ambiente.

De la misma manera, después de interactuar con su mascota, lávese las manos y cambie de ropa si es lo necesario para evitar la transferencia de alérgenos. Finalmente, lo mejor es optar por muebles que tengan superficie lisa y fácil de limpiar, para impedir que en las tapicerías se acumulen pelo y partículas alérgicas.

Frente a la creencia de que ciertas razas de perros son hipoalergénicas, según una revista científica publicada en 2011 llamada American Journal of Rhinology & Allergy, se afirmó que todas las razas producen alérgenos, aunque algunas de ellas pueden liberar menos cantidad que otras. Es por esta razón que es esencial investigar y, de ser posible, pasar tiempo con la raza de interés antes de tomar la decisión final.

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Adicionalmente, para quienes buscan soluciones médicas, la inmunoterapia, conocida como vacunas contra la alergia, es una buena opción, aunque antes de tomar cualquier decisión debe ir con un profesional de la salud que le indique el tratamiento más oportuno. Sin embargo, este tratamiento consiste en la administración gradual de dosis crecientes del alérgeno para desensibilizar al sistema inmunológico, lo cual ofrece resultados a largo plazo en muchos pacientes.

Para terminar, investigaciones realizadas en Japón sugieren que la exposición temprana a perros y gatos podría reducir el riesgo de desarrollar alergias en niños, pues se encontró que los infantes expuestos a estos animales tienen entre 13% y 16% menos probabilidades de desarrollar alergias alimentarias en comparación con aquellos que nunca convivieron con mascotas.