Biodiversidad, la que crea más modelos de negocio

Tenemos 10% de la biodiversidad del mundo. Esto nos hace tener para comer todos los días del año, si quisiéramos, una fruta diferente. Nos da la posibilidad de poder tomar un mismo grano de café con diferentes sabores, dependiendo de la altura que se cultive.

Y nos da también la posibilidad de tener a la mano más de 400 variedades de plantas aromáticas y medicinales, lo que nos da un abanico de opciones en la gastronomía y en el cuidado de nosotros mismos.

Esto debemos aprovecharlo. Otro de los modelos exitosos de exportación que surge de la frondosidad de los arbustos que encontramos en el Bosque tropical colombiano son las hierbas aromáticas, con volúmenes de ventas externas que superan los US$20 millones anuales.

Colombia, se podría decir, que es la dispensa de biodiversidad de las grandes potencias.

Este mercado no es nuevo, pero aún no cuenta con muchas investigaciones de cómo es su estructura comercial y productiva, aclaran (Poveda y Trespalacios, 2020).

El país produce cerca de 20.000 toneladas, por lo que los productores se encuentran un terreno en constante crecimiento, a medida que crece la demanda.

Analdex aseguraba que este es un modelo de negocio predilecto para pequeñas y medianas empresas, por lo que lo hace una oportunidad de negocio para pequeños productores que tienen menos de una hectárea. Sin embargo, no deja de ser una alta inversión.

Los últimos reporten dicen que hacer productiva una hectárea cuesta alrededor de $31 millones, donde la competitividad se ve un poco afectada. Los mismos investigadores que recién cité hablan de que el país, en este momento, no tiene aperturas de programas que incentiven a la producción.

La oferta en este momento fija los precios de inversión de acuerdo a su calidad y producción, por lo que debemos mirar a cuánta potencia se le puede suministrar a lo que podría ser otro modelo exportador como las flores, el café y las frutas.

Vuelvo a lo que he llevado reiterando en las últimas ediciones, y le agrego un olor más a la percepción. Colombia, si pudiera oler según lo que produce, olería a flores, café, frutas y ahora a albahaca y tomillo.

La anidación de micro climas entre regiones, de acuerdo a sus altitudes, hace que seamos un fuerte productor de biodiversidad, haciendo que esta sea nuestra carta de presentación. Nuestro éxito en exportación lo da la variedad de escenarios climáticos que hacen producir variedades en casi que todos los productos orgánicos. Es una oportunidad, que a hoy, nos falta por explotar.