Valle del Cauca y el Eje Cafetero todavía presentan bajos niveles de abastecimiento

Uno de los puntos más críticos y que más han dado de qué hablar durante las protestas es el desabastecimiento de alimentos, un fenómeno que comenzó a permear desde el sur del país y se fue extendiendo por el centro y el norte.

La situación ha sido muy fluctuante, pues mientras la entrada de alimentos se normaliza en ciudades como Bogotá, en el suroccidente colombiano, en regiones como Valle, Cauca y el Eje Cafetero, se sigue presentando una fuerte disminución en la oferta de alimentos como fruta, verdura, carnes y otros perecederos.

Según Carlos Arturo Alomía, gerente de Cavasa, central de abastos de Cali, el panorama de desabastecimiento aún no se ha ido y cada día que pasa el hueco que deja en la economía agrícola es mayor.

“Estamos intentando hacer un corredor humanitario para que ingrese carga a la central y para que mañana pueda distribuirse a Cali y municipios. El domingo, día de mercado, no entró nada significativo a la central”, dijo Alomía.

Al momento, Cali es la ciudad que más resiente las consecuencias, pues ha sido el epicentro de las protestas y es uno de los territorios que tiene más vías bloqueadas en todo el país. Es por esto que, autoridades han tenido que intervenir para permitir el paso de alimentos que llegan desde el sur y el norte, que le permiten a la central abastecer, no solo a Cali y municipios aledaños del Valle, sino también a los mercados del Eje Cafetero como el de Armenia y el de Pereira.

Precisamente ahí, la situación también es compleja, pues aunque el fin de semana pasado se abrieron algunos corredores viales y les fue posible abastecer el mercado con algunos alimentos, aún persiste el panorama de desabastecimiento, sobre todo, en alimentos como papa, panela y azúcar. Así lo confirmó Jorge Gómez, gerente de Mercar en Armenia.

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“En este momento nos encontramos con surtido para el área de Armenia, y los pueblos han llegado a surtir, pero con la falta de gasolina se les ha complicado (...) este fin de semana hubo más entrada de comida, pero los transportadores tuvieron que llegar por trochas y montañas, por lo que hay algunos precios altos”, dijo Gómez.

En el caso de Pereira, central de abastos que en la primera semana de mayo reportó un desabastecimiento de 80%, aún persisten los bajos niveles de entrada de comida. Gloria Cecilia Ochoa, gerente de Mercasa en Pereira, reportó que la entrada de alimentos aún sigue muy baja, sobre todo, porque siguen cerradas las vías que comunican al departamento con Bogotá e Ipiales, dos de los destinos que más abastecen a la región.

En cuanto a los precios, Ochoa recalcó que estos siguen desbalanceados, principalmente, en alimentos como la papa, el cual tiene un precio de $240.000 el bulto, mientras que normalmente está entre $80.000 y $90.000.

En Neiva, los bloqueos que aún no se han resuelto tienen a la región con escasez, tanto de alimento, como de combustible, por lo que según Gloria Tejada, gerente de Surabastos en Neiva, hay alzas en precios de tubérculos y verduras, dos grupos de productos que aún presentan bajos niveles de abastecimiento.

No obstante, es importante aclarar que, este problema que aqueja al suroccidente del país, por estar a la periferia y tener pocas vías de acceso, es muy distante al que tiene actualmente la capital del país.

Y aunque hace una semana la entrada de alimentos fue menor que en condiciones normales, y los precios aumentaban en productos esenciales, hoy el abastecimiento mejoró y, en concreto, entraron 1.407 vehículos con un abastecimiento, promedio, de 9.416 toneladas. Además, hubo regulación en precios como el de la cebolla, la yuca y el limón, tres productos que, hace una semana eran los más altos.

Cesar Carillo, director de abastecimiento de Bogotá, aseguró que, “comida sí hay, y lo importante es que la dejen pasar, porque los que se afectan son los consumidores y los pequeños productores”.

Corabastos logró 70% de su capacidad receptora de alimentos
Luego de una semana de alzas en varios precios de la canasta, la central de abastos más grandes del país empieza a ver un panorama un poco más positivo. Según el reporte de abastecimiento, Corabastos logró abastecimiento de 70% en su capacidad receptora. Esto, según la central, por la gestión del Ministerio de Agricultura, la Gobernación de Cundinamarca y la Alcaldía Mayor de Bogotá, con la que se sigue realizando un trabajo de seguimiento para garantizar el alimento a toda la población.