Señales para identificar si su cultivo sufre algún tipo de enfermedad y cómo tratarlo

Además de ser objeto de ataque de plagas, las plantas son afectadas por agentes infecciosos provenientes de virus, bacterias u hongos. Estos impactan la productividad de los cultivos y generan enfermedades. A diferencia del control de las plagas de insectos, una vez un cultivo es afectado por una enfermedad, su control es más difícil y podría incluso tener que ser erradicado por completo.

"Cuando el cultivo sufre de una enfermedad, la causa normalmente es por un virus, una bacteria o un hongo. En ocasiones estos agentes infecciosos los puede transmitir un insecto", comentó Leonardo Téllez, ingeniero agrónomo de la Universidad Nacional y asesor externo de plagas.

Hay que tener en cuenta que la sintomatología puede variar dependiendo del patógeno que ataca a la planta. La respuesta del cultivo a una infección puede ser desde asintomática hasta una enfermedad severa que causa la muerte de la planta.

"Lo difícil de controlar los virus, por ejemplo, es que no hay productos viricidas. El control entonces se hace hacia el vector o el transmisor del patógeno", explicó. Téllez comentó que hay algunos indicativos para poder reconocer de qué patógeno se trata. Por ejemplo, las bacterias inciden en que la producción o el fruto de las plantas sea más blando. Los virus inciden en el amarillamiento de las hojas y pueden generar entorchamientos anormales en las plantas.

Según el Instituto Agropecuario Colombiano (ICA), hay algunos casos en los que los insectos áfidos o pulgones pueden ser vectores de los virus causantes de enfermedades como el mosaico de la arveja, la mancha negra anular del repollo, el enanismo amarillo de la cebolla y el mosaico de la coliflor y la lechuga. En casos como este, en el que un insecto es el factor que incide en la aparición del virus, se recomienda controlarlos haciendo uso de nematicidas, insecticidas y fungicidas.

Existen otras patologías que se desencadenan por la presencia de hongos como la antracnosis , la cual "hace que algunas partes de la hoja o del talle empiecen a tomar color negro. Esto hace que no se transmitan correctamente los fluidos de la planta, dañando su producción". El experto comentó que uno de los ejemplos más conocidos de antracnosis en Colombia es la denominada "gota de la papa", principal enfermedad fungosa de este tubérculo, la cual bien podría acabar con un cultivo en pocos días.

Otro tipo de enfermedades es la necrosis, caracterizada por la muerte prematura de las células de un tejido u órgano. Esta es causada por factores externos a la planta, tales como la infección por un patógeno o toxinas. La clorosis se trata de la decoloración blanquecina o amarillenta del color verde de la hoja, que afecta a toda ella. Esto ocurre, por ejemplo, en claveles infectados al mismo tiempo por el virus del mosaico y por el del estriado

Sobre las particularidades en los daños al cultivo, Téllez comentó que la presencia de enfermedades puede ser más invasiva para la planta y su control puede ser más difícil que el control de plagas. Recomendó algunos cambios en las formas de siembra y cosecha.

"Normalmente se intenta controlar en condiciones donde no se tenga que mojar mucho la planta; es decir, que no se aumenta la humedad, sino que se le de más aire a la planta. También tienen que ver las distancias de siembra, dado que en cultivos muy densos se pueden formar más enfermedades bacterianas. Se tratan de aislar algunas plantas del suelo, utilizando coberturas plásticas para aislarlas de los contaminantes".

Téllez señaló que para algunos casos existen productos preventivos que impiden que el patógeno llegue a la hoja. Hay otros productos curativos que buscan evitar que el agente que ya está dentro de la planta tome más tejido de esta. "Cuando un virus se sale de control en una plantación, hay que erradicarlo porque ya no se puede volver a sembrar en esa zona".