Los vinos, jaleas y arequipes de guayaba que están preparando las mujeres del Meta

La Asociación Asomupro de Oro, ubicada en el municipio de Fuentedeoro, Meta, está marcando un hito en la agricultura regional con su innovador enfoque en la transformación de cultivos de guayaba. Fundada el 27 de julio de 2021, esta asociación ha demostrado cómo la creatividad y la perseverancia pueden transformar desafíos en oportunidades, beneficiando a más de 40 familias agricultoras locales.

Bajo el liderazgo de Sandra Milena Montoya, representante legal de la Asociación, han dado un paso decisivo para reducir las pérdidas poscosecha de guayaba mediante la elaboración de productos de valor agregado, incluyendo vinos, jaleas y arequipe de guayaba. Esta iniciativa no solo disminuye el desperdicio de este cultivo, sino que también responde a la creciente demanda del mercado con productos innovadores y de alta calidad.

“Esta asociación nació con el objetivo de mejorar nuestra calidad de vida mediante la transformación de la guayaba, un producto que en ocasiones se estaba llevando a pérdida. Comenzamos con 22 mujeres rurales comprometidas con el cambio, y hoy en día, nuestro producto insignia, el vino de guayaba, está logrando reconocimiento en el mercado. Nos capacitamos, aprendimos y todavía seguimos aprendiendo cómo se organiza y cómo podemos tener una asociación para tener buenos resultados”, destacó Sandra Milena Montoya.

La colaboración entre la RAP-E Región Central y la Corporación Colombiana de Investigación Agropecuaria, Agrosavia, ha sido fundamental en esta labor, brindando asistencia técnica y recursos que han permitido a la asociación avanzar significativamente en sus procesos productivos. Esta alianza también ha facilitado la capacitación y el fortalecimiento organizativo necesario para alcanzar sus metas.

Ricardo Agudelo Sedano, gerente de la RAP-E Región Central, destacó la labor de las mujeres de la asociación en el propósito de contribuir en la seguridad alimentaria. “Esta Asociación ha logrado generar estrategias para transformar la guayaba y evitar sus pérdidas, cifras que alcanzan en promedio al año, el 34% de su producción.

Agrosavia y la RAP-E las han acompañado a través de la mejora del proceso de transformación, de tal manera que, puedan tener productos de mayor calidad, que sean estandarizados y que logren ocupar un mejor espacio en los mercados. Con esto, generamos un modelo que permite a otras comunidades disminuir las pérdidas y desperdicios de sus productos agrícolas. Esto contribuye al gran propósito que se tiene en el país de alcanzar un mayor número de alimentos producidos y transformados para disminuir las problemáticas de alimentarias que tenemos”.

A medida que Asomupro de Oro continúa su trayectoria, la asociación está en proceso de certificación y trabaja incansablemente para mejorar sus productos y expandir su presencia en mercados internacionales. Su historia es un testimonio inspirador de cómo la dedicación y el trabajo en equipo pueden generar cambios positivos y duraderos en las comunidades rurales.