Producción de agroindustria de la caña de azúcar muestra una importante recuperación

Con incrementos tanto en la producción de caña (6%) como la de azúcar (2%), los voceros de esta agroindustria celebraron la recuperación que tuvo el sector en 2024 respecto a años anteriores, aún cuando el consumo de azúcar, uno de sus productos principales, se redujo en un 2% como consecuencia de los impactos negativos desde el punto de vista tributario y del comportamiento economía colombiana en general.

Claudia Calero, presidenta de Asocaña, y Martha C. Betancourt, directora ejecutiva de Procaña, coincidieron en que el año anterior fue positivo porque los niveles de producción volvieron a los registros de hace tres años, periodo en el cual se vieron afectados por las variabilidades climáticas, pero el 2025 se presenta con muchos desafíos y retos, que ellos esperan convertir en oportunidades para el sector.

“Empezamos a recuperar la productividad”

Con una molienda de 22,1 millones de toneladas de caña, que se tradujo en más de 2 millones de toneladas de azúcar, de las cuales 574 mil se exportaron a más de 60 países, la agroindustria de la caña le entregó al país divisas por más de 422 millones de dólares, indicó Claudia Calero.

“Durante el 2024 registramos mejoras en algunos indicadores de productividad del sector que habían estado afectados por el incremento de las lluvias en 25% por encima del promedio durante 2021 y 2022, y que afectó la producción en toneladas de caña por hectárea y rendimiento”, agregó Martha C. Betancourt.

La directora ejecutiva de Procaña agregó que el aumento de las precipitaciones durante esos años tuvo efectos en el corto y mediano plazo, pues evitó que el cultivo expresara su verdadero potencial, impidió renovaciones de las cepas, aumentó la edad de corte y ocasionó además sobrecostos en la operación de cosecha, mantenimiento de vías entre otros.

“La producción en toneladas de caña por hectárea y toneladas hectárea mes registraron incrementos del 11%, la caña molida y el azúcar total producido tuvieron aumentos del 4%, mientras que la edad de corte decreció en 2%”, comentó Betancourt.

Además de estos indicadores, Claudia Calero señaló que el año anterior también fue positivo para el sector en el ámbito de la sostenibilidad, pues en mayo Asocaña firmó un convenio con el Ministerio de Agricultura y las comunidades negras y campesinas del norte del Cauca para impulsar cadenas de cacao, panela y café en la región. Esto es clave para potenciar esos cultivos, así como su industrialización y comercialización.

“La idea es que las 1.170 familias productoras que hacen parte de este convenio puedan consolidar empresas comunitarias sólidas, sostenibles y prósperas, que generen valor agregado y bienestar para estas comunidades”, indicó.

¿Qué esperar para 2025?

Para este año, la agroindustria espera que la recuperación se mantenga en los niveles que se alcanzaron en 2024, aún en medio de un panorama de incertidumbre marcado por los efectos de las variaciones climáticas, la incertidumbre jurídica y la coyuntura de seguridad que se vive en el país, en especial en las zonas rurales, con conflictos locales que siguen sin ser resueltos.

“El 2025 se presenta como un momento crucial para la agroindustria de la caña de azúcar en Colombia, en un escenario marcado por desafíos tanto globales como locales, pero también por oportunidades para fortalecer la productividad, la sostenibilidad y la competitividad del sector. Con una mirada gremial, estratégica y colaborativa, los cultivadores podemos transformar estos retos en motores de crecimiento y desarrollo”, comentó Martha C. Betancourt.

En la misma sintonía estuvo Claudia Calero, quien confía en que el sector y la economía colombiana en general crezcan en los niveles esperados para poder seguir entregándole al país buenas noticias.

“En 2025 confiamos en que la economía colombiana crecerá por encima del 2,5% y con ella las industrias usuarias de azúcar, como la de alimentos y bebidas. Esperamos que las condiciones climáticas y el esfuerzo de ingenios y cultivadores por mejorar la productividad en campo den sus frutos y le permitan a la agroindustria consolidar su recuperación, como ya se está evidenciando”, dijo Calero.

La seguridad, un desafío pendiente

Un tema que preocupa a los representantes del sector es la seguridad de las personas que trabajan en las actividades productivas. El año pasado recibieron 375 reportes de casos como hurtos, ataques y hostigamientos, por lo cual insisten en que se tomen medidas urgentes por parte de las autoridades.