El Derby que se da en Kentucky es una carrera de dos caballos: David Papadopoulos

El Derby de Kentucky de este año es bastante sencillo. Hay una superestrella en la carrera llamada Fierceness, y si sale en alerta y se asegura una posición cerca de la cabeza del pelotón, la única pregunta podría ser por cuánto ganará.

En su última carrera en el sur de Florida, logró una victoria de 13,5 cuerpos mientras su jinete, el gran John Velázquez, estaba sentado en la silla con un cigarrillo en una mano y un martini en la otra. Vale, vale, me he inventado lo del cigarrillo y el martini, pero ya te haces una idea. Fue bastante fácil. Ya había ganado un par de veces de forma similar. La grieta en su armadura: las dos veces que salió flojo por la puerta, fue derrotado.

Esto es, en última instancia, lo que espera cualquiera que se incline por apostar en contra de Fierceness: un mal comienzo que le deje atascado detrás de los primeros líderes y fuera de su zona de confort. Que yo sea uno de esos apostantes me parece un poco estúpido, francamente. Quiero decir, vamos, va a aplastar este campo. Yo lo sé. Yo estaba allí cuando hizo su debut el verano pasado en Saratoga. Fue deslumbrante. Si sus probabilidades rondan el sábado alrededor de 3-1, como se espera, no es una mala apuesta. Incluso 2-1 no es terrible.

Pero en diciembre, quedé prendado de un potro llamado Sierra Leone. Tanto que, un mes después, aposté por él en el mercado de futuros del Derby de Kentucky.

Esto es típicamente una cosa muy tonta de hacer. En realidad, es una apuesta tonta. Muchas cosas pueden salir mal. Puede que el caballo ni siquiera llegue al Derby. Pero ese día de finales de otoño en Nueva York, Sierra Leone había hecho una vistosa carrera en la curva y en la recta final, adelantando a sus rivales como si estuvieran atados a un poste. Seguí viendo la repetición una y otra vez, embelesado. Su zancada era enorme. Se tragaba el terreno.

Claro que estaba verde y torpe, y eso le costó la carrera aquel día. (No importaba. El talento era evidente. Eso fue lo que llevó a sus propietarios, un poderoso consorcio dirigido por el clan irlandés dominante en el mundo de las carreras, a pujar US$2,3 millones por él cuando entró en una subasta un año antes.

Todo ha ido muy bien para Sierra Leona en 2024. En febrero, fue a Nueva Orleans y consiguió el dinero allí. Luego se desplazó a Lexington, Kentucky, e hizo lo mismo allí el mes pasado. Y desde entonces ha estado entrenando brillantemente. De repente me siento inteligente, incluso un poco engreído, por la apuesta de enero. Le puse un precio de 13-1. El sábado, sus probabilidades se acercarán a 4-1.

Todo eso es maravilloso, pero sigue habiendo un problema. No es Ferocidad. Y si éste se aleja del pelotón en la curva lejana, Sierra Leone tendrá que hacer una gran carrera para alcanzarlo en la recta final.

Por supuesto, hay muchos otros caballos en la carrera. Aunque, siendo realistas, no son lo bastante rápidos para correr con los dos grandes. Pero, bueno, esto es el Derby, una carrera caótica, de estampida. Pasan cosas raras. Grandes apuestas ganan. Si quiere apostar por uno de ellos, apueste por Mystik Dan, Domestic Product o Resilience. Todos pueden correr un poco.

(David Papadopoulos, redactor ejecutivo de Bloomberg News, vota en los Eclipse Awards de la industria de los purasangres. Lleva una década publicando sus pronósticos para la Triple Corona, con resultados decididamente dispares).