Clima, tamaño y tipo de producción, aspectos clave para tener éxito durante el ordeño

Uno de los procesos más importantes en la producción lechera es el momento del ordeño. El equipo que se tenga destinado para tal fin, así como la adecuación del espacio, deberá solventar las necesidades y características del sistema de producción que se tenga implementado, con el objeto de tener buenos índices productivos y, además de que sea de fácil manejo para la persona encargada, no motive la aparición de cuadros de estrés en los animales.

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Aunque no existe un tipo único de establo ni de diseño de equipo, es clave conocer con anterioridad las necesidades y características del sistema de producción, con el fin de escoger el que mejor se adapte, estando al tanto de sus ventajas y desventajas, así como de la meta a la que se quiere llegar en términos de números.

De acuerdo con Ricardo Arenas, responsable de cadenas, asistencia técnica y extensión de Fedegan, el tipo de establo, los puestos de ordeño, las instalaciones físicas y el corral en general, se deben diseñar teniendo en cuenta las condiciones del predio, el clima, el tamaño del hato el tipo de animales y el sistema productivo que se tiene.

“El diseño de los establos de ordeño busca mejorar la eficiencia del sistema, facilitar el flujo del ganado, proporciona bienestar a ellos, seguridad a los operarios y reduce el tiempo de ordeño por animal, por lo que, en hatos medianos y grandes, toda inversión en mejoría de estas instalaciones siempre será retribuida por la producción láctea de la finca”, explicó.

Dentro los aspectos a tener en cuenta para el diseño del corral y de los equipos de ordeño es la luminosidad. Según Arenas, por temas de manejo animal, se deben cuidar los cambios en la luz entre el corral de espera y el de ingreso a la sala de ordeño, ya que este cambio de luminosidad solo generaría que el animal se asuste, lo que repercutiría en la producción final.

Aunque en el corral de espera los animales no pueden permanecer más de una hora, este espacio debe contar con la suficiente sombra, ventilación y oferta de agua. El tamaño ideal debe permitir el ingreso de todos los animales que se esperan tener en cada hato de producción más 25%.

“Cuando es un ordeño fijo, que no se desplaza por los potreros con el hato, es importante ubicarlo en un sitio equidistante a todos los potreros de pastoreo, en un lugar de fácil acceso con buenos drenajes en el ingreso y salida, elevado, evitando encharcamientos, con caminos en buen estado para que el ganado se desplace lo menos posible y por caminos que no afecten sus plomos”, añadió.

Tipos de salas de ordeño

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Un tipo de máquina de ordeño es el brete a la par. En ella los animales ingresan de manera individual a los puestos de ordeño. Según Arenas, facilita la instalación de equipos con descarga cantina y la operación de ordeños con terneros de apoyo, adaptándose fácilmente a hatos y áreas pequeñas.

“Al igual que el diseño tipo tándem, el sistema de espina de pescado es muy práctico para el uso de foso de ordeño y la instalación de líneas de conducción de leche bajas, que son más eficientes en el uso del vacío del equipo de ordeño”, agregó.

Existen otros tipos de sistemas como el paralelo, utilizado ampliamente en hatos medianos y grandes, en el cual los animales ingresan por grupos, lo que implica tener lotes homogéneos. Además de los rotativos, usados en hatos de alta producción, que exige la construcción de áreas amplias.

“El diseño de los puestos de ordeño debe permitir que los animales ingresen y salgan fácilmente sin movimientos antinaturales, y que las ubres sean de fácil acceso para el ordeñador. Los fosos para movilidad de los operarios o las pasarelas del ganado elevadas son una alternativa muy adecuada para este fin”, concluyó.