Usar compost para mejorar la absorción de nutrientes a partir de residuos de girasol

La floricultura aporta de una manera significativa a la economía colombiana, los girasoles atraen turismo local, nacional e internacional. Al ser una actividad que aporta rentabilidad a los floricultores, es necesario que se mantengan en óptimas condiciones.

En Cundinamarca el girasol es el epicentro de la floricultura de la región. Una forma de mantener sanos los cultivos, según investigadores de la Universidad Nacional de Colombia (Unal), es utilizar los residuos de los tallos y pétalos que se desechan como materia prima, para la elaboración de un fertilizante con residuos orgánicos como compostaje.

Al aplicarse este producto en el suelo, se mejoraban los niveles de absorción del agua y los nutrientes en los girasoles. Se llevó a cabo este proyecto con el fin de que los suelos ofrecieran pudieran ofrecer un mejor rendimiento.

“En El Agrado, finca productora de flores de Tabio, recogimos una gran cantidad de tallos, flores y raíces que quedan de la producción de claveles y de girasol, para elaborar un compost y aplicarlo sobre el suelo del próximo cultivo de girasol”, explicó Eliana Carolina Cruz Muñoz, ingeniera agrónoma integrante del proyecto.

La investigación se llevó a cabo a través de la aplicación de este abono en distintas dosis, para averiguar cuál era la mejor. A su vez, se dejó una parte del suelo sin abono para comparar de una mejor manera.

“El compost se produce por la acción de bacterias (termófilas) y hongos que se alimentan de los residuos, organizados en grandes pilas, y sus heces son el abono para los suelos”, explicó la experta.

Los resultados se evidenciaron a partir de la finalización de los tres ciclos de 11 semanas, el cual es el tiempo habitual en el que nace el cultivo de girasol.

Se logró evidenciar que los suelos tenían mayor capacidad de absorción del abono y sus beneficios, la porosidad aumentó, lo que genera, según la Unal, un mejor movimiento, retención del agua y de los nutrientes en el suelo.

También se estableció que el uso mixto permite una mejor rentabilidad para generar el composta, porque son tantos residuos, que en ocasiones es difícil.

“Algo muy importante es que hubo un mayor intercambio catiónico, o sea que las raíces de las plantas interactúan mejor con el suelo y los nutrientes que hay allí, por lo que tienen el sostén necesario para crecer de la mejor manera, lo que también se traduce en un pH o nivel de acidez balanceado y en que en el suelo haya microorganismos, como bacterias fijadoras de nitrógeno y fosfato que ayudan al buen funcionamiento de la planta”, indicó.

La concentración ideal de compost es de 160 kg por hectárea. Según la investigadora, parece ser que esta es la medida suficiente.

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“En el experimento también se midió si el mejor compost era el producido por los residuos de clavel, girasol, o su combinación, y lo que pudimos observar es que cuando se utilizan las dos flores el abono tiene las mejores propiedades, lo cual también lleva a pensar en qué otras se podrían añadir para tener un mejor rendimiento, ya que en el país hay una variedad impresionante y los residuos no siempre se reutilizan”, concluyó.