Afectación en la producción de aceite de palma por la situación en el Catatumbo

La producción de aceite de palma en la región del Catatumbo enfrenta actualmente una serie de desafíos debido a la situación de seguridad y las condiciones socioeconómicas que hay en la zona. Desde Fedepalma afirmaron que Norte de Santander es una zona clave para la producción de aceite de palma, aportando significativamente al progreso local; por esto, la situación es aún más preocupante.

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Actualmente, el Catatumbo cuenta con 42.674 hectáreas sembradas, distribuidas en los municipios de Sardinata y Tibú, representando el 83,5% de palma cultivada en Norte de Santander.En la región, 1.778 palmicultores se dedican a esta actividad, de los cuales el 86% son pequeños productores con hasta 20 hectáreas de siembra, y el 14% restante son considerados medianos productores.

Nicolás Pérez Marulanda, presidente ejecutivo de la Federación Nacional de Cultivadores de Palma de Aceite, Fedepalma, cuenta que “la particularidad de estas familias es que muchos dejaron de lado los cultivos ilícitos y se convirtieron en palmicultores. Otros simplemente optaron por sembrar palmas, en vez de caer en los cultivos ilícitos”.

Es importante destacar que la industria palmera del Catatumbo genera cerca de 11.656 empleos, con 4.662 empleos directos y 6.993 indirectos, lo que demuestra la importancia que tiene esta industria en la región, pues es un motor de desarrollo y estabilidad en una zona donde la afectación por la guerra es constante. A su vez, la producción de aceite de palma crudo (CPO) en la zona para 2024 alcanzó cerca de 106.473 toneladas, que equivalen al 6,2% del total nacional, representando la importancia de esta región para Fedepalma.

“Estamos hablando de muchos empleos y mucha palma en esta zona”, añade el presidente ejecutivo de Fedepalma.

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El Catatumbo ha sido históricamente una zona afectada por el conflicto armado y por la presencia constante de grupos al margen de la ley, lo cual ha generado problemas graves como la extorsión, masacres y desplazamiento forzado, causando incertidumbre en los productores. Hoy por hoy la situación se agudizó, provocando dificultad para el acceso de insumos; la logística y los trabajadores han tenido que salir para salvaguardar su vida, dejando la mano de obra con ausencias.

“Tenemos una preocupación inmensa porque ha habido muchas interrupciones con la llegada de empleados a los cultivos, en el movimiento de fruta y en el movimiento de aceite. Si de por sí la situación en esta región era difícil, ahora estamos en una posición crítica”, concluye Marulanda.

A pesar de los avances y cifras aquí presentadas, la región cuenta con desafíos complejos por la situación de orden público que carece de presencia estatal, dificultando así la expansión del sector y poniendo en riesgo la estabilidad de los palmicultores de todo el país. Se espera que la situación mejore con el pasar de los días, con el fin de continuar con las labores productoras del aceite de palma.