Con la eliminación de los bienes exentos, los gremios del agro se oponen a la tributaria

Con la radicación de la tercera reforma tributaria del Gobierno de Iván Duque, el sector agropecuario quedó descontento y sus líderes gremiales dejaron claro que no respaldan la idea de eliminar la categoría de exentos del Estatuto Tributario.

Esta petición, que habían hecho en varias ocasiones diferentes actores del sector siempre fue clara, y es que pasar un bien de exento a excluido implica que aunque no se sume a lista de los gravados, su cadena productiva sí. De este modo, se pierde el beneficio de que todo impuesto pagado en insumos, servicios y demás se devuelva al productor.

En palabras más claras, toda la cadena de producción que compone elementos como transporte, fertilizantes, concentrados, sistemas de riego, insumos, herramientas de trabajo, entre otros, ahora tendría un valor que, al final del ejercicio no se devolverá al productor, por tanto deberá trasladarlo, lo que se traduce en un incremento en el precio que pagan los consumidores.

Ante todo este nuevo panorama, líderes gremiales como Jorge Bedoya, presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), estiman que los costos en el agro subirán hasta 5%. “El mayor impacto es en el IVA y en el impoconsumo de los plaguicidas. En exentos devolvían todos los IVA: en empaque, en arrendamientos, en transporte. Cualquiera por pequeño que sea se va a traducir en un mayor costo”, aseguró Bedoya.

Y es que según los directivos gremiales, el incremento de costos por la no devolución no tiene otro camino más que traducirse en precios, pues el monto que se dedica a la producción o al mantenimiento de esta representan los mayores costos en una agroindustria.

Por ejemplo, en la industria de los huevos, Juan Felipe Montoya, presidente de una de las empresas más grandes de este segmento, Huevos Kikes, aseguró que se propone llevar como excluido al huevo y las pollitas de un día, al tiempo que se mantiene un IVA de 5% en todos los insumos como maíz amarillo, frijol soya, sorgo, tortas, aceites crudos, entre otros. “Estos insumos que representan 74% de los bienes y servicios gravados a dicha tarifa. De igual forma, los bienes y servicios gravados a 19%, que pesan 27%”, dijo Montoya.

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A su vez, este advirtió que con este nuevo panorama que propone la cartera económica el impacto en la industria avícola sería de “8,74%, lo que significaría una reducción en la demanda de 100 millones de unidades al mes, a menos que los consumidores asuman un pago del IVA por $340.000 millones.

En esta línea, Gonzalo Moreno, presidente de Fenavi, coincidió en que el golpe sería de más de 8% y que el consumo se afectaría en cinco huevos al mes y en pollo serían 3,3 kilos menos al año, lo que sería, a grandes rasgos, un mes menos de consumo de pollo en el año.

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Por otro lado está la leche, un bien del que, en promedio, se consume 155 litros por año, y que según la OMS es necesario para complementar la dieta básica. A esta industria se le suma un problema más y es que también hace parte de los bienes que pasarán a excluidos y que deberán aumentar su precio, por cuenta de la no devolución de IVA. Según Juan Sebastián Bargans, presidente de Asoleche, el impacto en la industria sería de más de 7%.

En otro punto, el gremio del pescado también mostró su descontento. César Pinzón, presidente de Fedeacua, recalcó que el impacto en la industria sería de 5% y que esto daría pie a que se sigan aumentando las importaciones de pescado en más de 6%.

Otros bienes que también pasarían a tener un tratamiento preferencial como excluidos si se llega a aprobar tal y como está la reforma serían algunos como la panela, el cacao, la caña de azúcar, la sal.