Quinua

La quinua, cultivo milenario con más de una oportunidad de negocio

la quinua es rentable por sí sola. Se estima que este pseudocereal cultivado hace 7.000 años a lo largo de la Cordillera de los Andes deja márgenes de ganancia por encima de 50%.
Analista LR
LR
09 de julio de 2015

De hecho, por cada tonelada del grano se generan 2,5 toneladas de un sobrante que no se desperdicia en absoluto.

Sin embargo la quinua es rentable por sí sola. Se estima que este pseudocereal cultivado hace 7.000 años a lo largo de la Cordillera de los Andes deja márgenes de ganancia por encima de 50%.


Así lo ha evidenciado la empresa Factoría Quinoa, cuya cadena de comercio agrupa a decenas de productores en los departamentos de Cundinamarca, Nariño y Boyacá que llegaron al cultivo de la mano de esta firma que les presta capacitación permanente.

Aunque hoy son pocas las fincas donde se cuenta con más de una hectárea (se calcula que hay unas 300 en todo el país), la recomendación es tener mínimo 10 para favorecerse en mayor medida, lo que es posible gracias al potencial de sembrar en los próximos cinco años 10.000 hectáreas.

El también llamado grano de oro por su carácter de “sagrado” para los Incas, aún con el desconocimiento que flota a su alrededor, mereció una mención de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) en 2013, cuando se declaró año internacional de la quinua por sus propiedades nutricionales.

Otro hecho que le representa un valor agregado es que se viene certificando a los productores en buenas prácticas agrícolas (BPA) minimizando así el uso de pesticidas y fertilizantes.

Andrea Roa, directora de mercadeo de la mencionada firma, destaca el modelo de negocio como “social y sostenible” y resalta logros como haber desarrollado una semilla que se adapta a las condiciones climáticas y se entrega junto con un paquete tecnológico para garantizar la productividad.
“Queremos lograr economías de escala que no dejen de lado al campesino”, dice.

Uno de los microempresarios que componen su cadena es Juan Miguel Santana, ingeniero electricista con vocación agrícola y quien tiene un cultivo de 3 hectáreas en Zipaquirá.

“Comenzamos hace tres años con el objetivo de no repetir cultivos tradicionales de la zona (papa, arveja y zanahoria) porque no son rentables, los costos son muy altos y los precios muy variables”. Hoy proyecta ampliar su cultivo a 15 hectáreas y algún día darle uso a su potencial de 60.

Para lograrlo se han mostrado en la zona como un plan piloto que espera motivar a sus vecinos paperos a rotar el tubérculo con quinua. “Nuestros vecinos están muy a la expectativa a ver cómo nos va, ya algunos se han acercado a nosotros pidiendo asesoría porque quieren hacer unos ensayos”, cuenta.

Y es que de todas las experiencias, la de Juan Miguel es especialmente interesante porque logró en cuatro ciclos una productividad de 2.600 kilos por hectárea cuando el promedio de los intentos anteriores era de 1.300 y aún más significativo si se compara con los 800 de Perú y Bolivia, por ejemplo.

El reto para que la experiencia sea exitosa es contar con una infraestructura completa de secado y trillado, por eso resulta tan difícil para los pequeños productores que no pueden asumir los costos de la maquinaria. Lo anterior justifica la importancia de lograr asociaciones regionales para trabajar espacios en común, pues solo el área de secado requiere de una inversión promedio de $3 millones por hectárea cosechada.

“Todo lo que se hace con productos como el trigo se puede hacer con quinua con el agregado de que tiene un altísimo valor nutricional”, explica Santana.

Conscientes de ello Factoría Quinoa le dio un valor agregado elaborando subproductos como la quinua instantánea procesada de mayor asimilación que se puede añadir a jugos o sopas y que pueden consumir pequeños desde seis meses hasta adultos mayores sin que haya riesgo.

Los productores interesados en entrar al negocio de la mano de Factoría deben tener disponibilidad de tierras aptas por lo que previamente se hace un estudio de las condiciones del suelo; luego solo queda explotar unos de los pocos mercados agrícolas donde todavía la demanda es más alta que la oferta.

Subproductos derivados del bagazo del cereal
Si va a preparar suplementos nutricionales para ganado debe mezclar el bagazo con melaza, meterlo en un molde para compactarlo y dejar secar. Si lo que quiere es comercializar la hoja de quinua como hortaliza para ensaladas debe cosecharla en los primeros tres meses, cuando todavía está verde. También puede compostar y reintegrarla al terreno.

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