Sorgo dulce JJT-18 es una opción alimenticia para ganado

Una alternativa como alimento del ganado ante déficits de forraje en épocas críticas del año, especialmente en regiones con alto inventario bovino como el Caribe y otras zonas de trópico bajo, es la variedad de sorgo dulce para forraje JJT-18 y que en comparación con el ensilaje de maíz, la opción que usan tradicionalmente los productores de esta región, otorga diferentes ventajas comparativas.

Así lo explicó Yesid Ababuara, investigador de Corpoica, ya que ofrece un incremento en la disponibilidad de forraje en épocas donde no surge de manera fresca, reduce las pérdidas de peso vivo y genera ingresos adicionales por la producción de carne y leche, asociados a la oferta y consumo de forraje fresco o conservado.

Así mismo, el sorgo dulce JJT-18 tiene otros atributos como menores costos de producción, mejor capacidad de recuperación luego de largos períodos de sequía y producción de materia seca bajo estas condiciones climáticas. 

De acuerdo con Ababuara, es una variedad apropiada a las condiciones ambientales y socioeconómicas de los productores del trópico bajo colombiano por su precocidad que oscila de 93 a 113 días, tiene un rendimiento de 44,6 toneladas por hectárea y una altura que puede superar tres metros. 

Otras de sus ventajas son: “la producción de rebrote por lo que puede dar otra cosecha con la misma siembra, dar mayor flexibilidad y poseer un bajo requerimiento hídrico y nutricional pues es capaz de producir con una precipitación de 400 milímetros por ciclo de cultivo. Además, se adapta a una mayor variedad de suelos”, agregó el investigador. 

Como opción de suplementación nutricional el sorgo dulce ya se ha extendido en los sistemas de producción ganadera en subregiones como la Altillanura Plana, Piedemonte Llanero, Caribe seco y húmedo y el valle geográfico del río Magdalena.

Juan Carlos Pérez, director del Centro de Investigación Caribia, destacó que su importancia “radica en la oportunidad para los productores de contar con una oferta tecnológica que bajo unas buenas condiciones de manejo y producción les va a permitir tener un forraje de alta calidad nutricional, buena productividad adaptación a las condiciones climáticas de la región Caribe”. 

Su surgimiento desde 2014, como opción productiva con alto potencial de aprovechamiento para la alimentación bovina en regiones por naturaleza fuertes en este sector ha avanzado gradualmente, pues “en la medida en que a los productores se les ha dado a conocer esta variedad y han probado el material en su finca, con resultados de forraje superiores a los obtenidos con otros materiales forrajeros por ellos tradicionalmente utilizados, la adopción ha sido total”, agregó Pérez.

Para continuar potenciando el sorgo dulce JJT-18 como una alternativa alimenticia en el sector la estrategia se concentra en la producción de semilla certificada para disponibilidad de los productores y planes de divulgación dirigidos a mostrar las bondades de este tipo.

 Sila Guido, productora de esta variedad en el sur de Atlántico, resaltó varias de las ventajas explicadas por Ababuara pues “en 2017 recogimos 82,4 toneladas por hectárea con cuatro rebrotes de este material. Ahora estamos preparando nuevamente la tierra porque seguiremos con esta variedad”. 

Es así que el ganado nacional cuenta actualmente con una opción aún por aprovechar en gran parte del país. 

Producción se favorece por adaptación 

Los altos niveles productivos que tiene el sorgo dulce forrajero JJT-18 se ven potenciados por su adaptabilidad a entornos climáticos tropicales como los que posee Colombia en amplia parte de la geografía nacional. Según Ababuara, para su siembra se recomienda hacer un análisis de suelo previo a la cosecha, en lotes bien drenados y con buena porosidad, que aseguren un balance entre aire y almacenamiento de agua. De igual manera, se puede realizar siembra directa cuando se maneja labranza de conservación o labranza convencional, que incluye arado y rastra. Entre ambos métodos no se presentan diferencias si se realiza un buen manejo del cultivo, especialmente con un control oportuno y adecuado de malezas.