La alimentación y la temperatura son claves para tener granjas más productivas

Por eso ha tomado importancia dotar a los criaderos de sistemas de alimentación automática y tecnología que permita controlar hasta la temperatura interna según las condiciones climáticas de la zona donde funcione.

Gerardo Cedeño Rodríguez, gerente general de Eurogan Colombia, aseguró que por la topografía e infraestructura vial del país se ha dificultado la automatización y tecnificación de las granjas. “Por eso es importante administrar bien la comida las 24 horas”.

En la nutrición de una lechona es clave tener en cuenta la etapa en la que se encuentre. En la gestación se recomienda utilizar sistemas de alimentación por arrastre de cadena.

“A la cadena galvanizada, en sus eslabones, se le colocan anillos plásticos por los que va el alimento para surtir los comederos”, explicó Rodríguez.

En la maternidad los sistemas de espirales o resortes son muy útiles con descargas en una sala con hembras dispuestas a parir, las cuales se surten con un solo bajante que conduce el concentrado a un carrito maniobrado por un operario, quien lo reparte.

En el precebo o destete, cuando los lechones son separados de su madre, son llevados a corrales en camadas de 25 a 30 animales, por lo general. En estos también se utilizan sistemas de resorte que descargan el concentrado.

Los precios de los sistemas de alimentación automática varían de acuerdo al número de bajantes (entre $6 millones y $9 millones). En el mercado porcicultor nacional, el metraje promedio va de 50 a 100 con capacidad para 24 puestos.

“Estos equipos permiten que haya menos gasto en mano de obra y se alimente al tiempo a todos los animales, evitando el estrés de estos por el contacto con humanos, lo cual puede afectar en las hembras la implantación de embriones”, precisó el gerente de Eurogan.

Los sistemas de gestación compartida son otra tendencia para que las granjas sean más productivas. Consiste en un modelo donde a cada hembra se le coloca un chip en una oreja para monitorear que la máquina con el alimento sirva la cantidad diaria requerida, de acuerdo a la información contenida en el ordenador.

Control de temperatura ambienteUn mecanismo para darle comodidad necesaria a los animales es lograr que estos permanezcan a temperaturas óptimas.

Para una lechona recién parida lo ideal es que crezca en un ambiente de entre 15 y 20 grados. De esta forma no se afecta su consumo de comida y, por ende, tampoco la producción de leche para sus crías.

A las madres lo mejor es proporcionarle mantas o pisos térmicos que las mantengan a 28 grados. Estas se fabrican en un material liso y funcionan con agua caliente que circula en su interior. También es recomendable tenerlas en rejillas que le permitirán mantenerse a temperaturas medias.

“Las cerdas no pueden estar en un ambiente con demasiado calor sino en temperaturas frescas para que no sufran de diarrea o mueran de hipotermia”, detalló José Fernando Naranjo, director de área técnica de Asoporcicultores.

El costo de contar con tecnología para controlar el clima interno de los criaderos depende de cómo se quiera dotarlos (cuántos sensores de temperatura, extractores, cortinas automáticas o manuales, celdas húmedas, etc.). “Solo un sistema de climatización para una sala de maternidad de 24 puestos puede oscilar entre $10 millones y $30 millones”, calculó Rodríguez, de Eurogan.

Otros equipos como bebederos ayudan a economizar el agua, como los tipos cazoleta: es una válvula en la que el animal ejerce presión y expulsa el líquido para así absorberlo. Es igual de útil para la aplicación de antibióticos vía oral, lo que redunda en una mejor economía del consumo y un mayor control de la nutrición.

Modo de Alimentación de forma líquida
En Colombia este modo de alimentación no se utiliza mucho, pero representa una importante mejora en los parámetros productivos durante el engorde. El alimento en papilla estimula el consumo de concentrado para una mejor ganancia diaria, lo que depende de la genética, nutrición, las instalaciones y la sanidad.