Cuatro escuelas donde puede practicar el arte de la equitación en la capital del país

Más allá de un deporte, la equitación es un arte. Mantener el control sobre un caballo y conocer las técnicas para manejarlo con tal habilidad, que se convierta en una extensión de la propia voluntad es algo que solo es posible para los jinetes constantes y disciplinados.

Por ello, existen escuelas dedicadas a enseñar este arte a través de diferentes disciplinas, según los gustos y necesidades de cada persona.

En Bogotá por ejemplo hay varias escuelas de este tipo. Una de ellas es el Centro Ecuestre de Los Andes, una entidad que se fundó hace 27 años con el ánimo de promocionar la equitación en los niños, jóvenes, y adultos, para ayudar a formar personas más completas por medio del amor a los caballos y al deporte.

De acuerdo con María Piedad Machado, subdirectora del Centro Ecuestre de los Andes, el fuerte de la escuela es la equitación, el salto y están empezando con equitación de trabajo.

En cuanto a precios destacó que una hora de clase puede ir desde $53.000. Ofrecen clases grupales y personalizadas.

Otra opción para tomar estas clases es la Escuela de Equitación La Sabana, ahí la matrícula anual tiene un costo de $130.000 y las clases dependiendo la disciplina, vaulting, clase de asiento, clase bridon o de salto varía entre $66.000 y $76.000.

Así mismo puede optar por Bacatá Club Ecuestre, el cual cuenta con dos picaderos cubiertos, una pista de arena, una pista de grama y un cerro con senderos para caballos.

En la Capriola Centro Ecuestre se ofrecen clases de equitación para todo tipo de público: para principiantes de asiento, de bridón de adiestramiento y de principio de salto. Para equitadores avanzados, La Capriola ofrece clases de adiestramiento avanzado para participar en concursos. En este centro, la clase de equitación típica dura 50 minutos.

“La equitación acerca a las personas a un mundo de sensaciones únicas que ayudan a descubrirte, evaluarte, valorarte y finalmente quien interactúa con equinos termina elevando su autoestima. Por lo anterior y por la oportunidad de compartir con seres inigualables, la equitación es una disciplina muy valiosa y recomendada”, señaló Wilson Hernando Mora, médico veterinario.

La armonía entre el animal y el jinete es fundamental
La equitación, el único deporte extremo que se practica con casaca y corbata, requiere que se tengan en cuenta algunos aspectos. Lo primero que se debe tener presente es que no todos los caballos pueden saltar, por lo que hay que criarlos desde pequeños y entrenarlos para el deporte. Por otro lado, es importante el cuidado del caballo, que va desde su alimentación hasta el momento del entrenamiento y la carrera, en el que la fusta y las espuelas solo deben utilizarse como apoyo y no como un castigo para el animal.

Permite adquirir motricidad
El caballo y el hombre han sabido mantener por décadas y siglos su relación en actividades agrícolas, como medio de transporte, en guerras y con un fin deportivo, entre otros servicios. Como deporte la equitación se destaca como una de las principales actividades, y gracias a esta práctica las personas pueden adquirir motricidad, confianza, autoestima, relajación, concentración, disciplina y equilibrio. La equitación favorece la corrección postural y contribuye al buen desarrollo del equilibrio.

Ayuda a la elasticidad corporal
La equitación ayuda a mantener la forma física y el tono muscular. La práctica de la equitación conlleva la ejercitación de músculos de todas las áreas del cuerpo. Brazos, piernas, abdominales, espalda, entre otros. El ejercicio sobre el caballo permite fortalecer y ejercitar los músculos, además de tonificarlos y moldear el cuerpo. Esta práctica también contribuye a desarrollar la elasticidad corporal. En definitiva, la equitación es un deporte completo que permite desarrollar y mantener una buena forma física.

Desarrolla el amor por los animales
La equitación es un deporte que se practica junto a otro ser vivo, al que hay que cuidar y respetar. Por lo tanto, las personas que practican este deporte desarrollan valores como amor a la naturaleza y los animales, pero también responsabilidad por mantener al caballo en buenas condiciones. También, se desarrolla la afectividad, el cariño por el animal. Este deporte puede ser utilizado como método de rehabilitación y terapia, en ámbitos como la psiquiatría, la psicología y la pedagogía.