Los colombianos están consumiendo 7 kilos de carne de cerdo anualmente

El dirigente gremial explica que la porcicultura colombiana goza de un gran potencial, debido a que el país todavía tiene un bajo consumo de carne de cerdo frente a los promedios regionales y mundiales (15,5 y 20 kilos per cápita).

Según un estudio Nielsen realizado en 4.000 hogares de todos los estratos socioeconómicos, la frecuencia de compra de la carne de cerdo mejoró notablemente, ya que los colombianos en los últimos cuatro años la adquirían cada 9,3 días y actualmente la toman cada 8,8 días.

Dicho estudio también estableció que la carne de cerdo ha estado presente en la canasta familiar de más de 600.000 nuevos hogares colombianos en los últimos cuatro años.

“Durante los próximos años seguiremos viendo un fuerte incremento de la producción y del consumo por eso estamos desarrollando canales de distribución con agregación de valor” dice Maya.

Precisamente, Camilo Herrera, presidente de Raddar agregó que “el consumo de cárnicos en las compras de los hogares en 2013 pesó 7,52%. Aspectos como la practicidad, novedad, sabor y nutrición natural es lo que buscan los colombianos al momento de decidirse por un producto específico”.

En este panorama donde el consumidor exige productos más cercanos a su estilo de vida, el sector ha encontrado una gran oportunidad para innovar sin dejar por fuera aspectos importantes como la inocuidad y la calidad.

Juan Carlos Cardona, gerente comercial de Cervalle, considera que se puede llegar a los 12 kilos per cápita año y la meta para los productores es tener el cerdo suficiente para esa demanda que se puede alcanzarse en cinco u ocho años.

Lo que buscan los promotores de este producto es derribar los mitos que hay alrededor de su consumo.

Según el gremio de los porcicultores, incluir la carne de cerdo en la alimentación contribuye a mantener una dieta saludable y un peso adecuado, por su alto aporte de proteína y baja contribución en grasas.

Las claves detrás de la carne de cerdo
1. Buenas prácticas porcícolas
Las explotaciones colombianas de cerdo en la actualidad son altamente tecnificadas con un manejo de bioseguridad, higiene y Buenas Prácticas Porcícolas (BPP), haciendo una gran diferenciación en la producción. En este sentido, es cada vez más remota la posibilidad de encontrar animales con problemas sanitarios que puedan transmitir a la gente enfermedades garantizando así la inocuidad del producto.

2. Sacrificio sin dolor para el animal
El país viene trabajando en lograr altos estándares tecnológicos y de calidad. También en fortalecer programas de manejo humanitario de los cerdos con destino al sacrificio, en donde su principal objetivo es reducir al mínimo el sufrimiento de estos animales desde la granja hasta sacrificio y que sus condiciones de bienestar sean óptimas e ideales para que su resultado final.

Actualizaciones en normativas a nivel nacional e internacional, la permanente vigilancia por parte de la autoridad sanitaria en plantas de beneficio porcino y de calidad de productos.

3. Sobre el sabor y el valor nutritivo
Para el consumidor, el sabor y el valor nutritivo son dos atributos importantes de la calidad de la carne de cerdo. Por ello, la tendencia es a centrarse en la producción de carne magra comestible con un mínimo de exceso de visibles grasa. El hecho es que la grasa de la carne contribuye a la calidad de consumo de carne. Las grasas y ácidos grasos de cadena larga, ya sea en el tejido adiposo o muscular, contribuyen a aspectos importantes de la calidad de la carne y son centrales a los valores nutricionales y sensoriales de la carne de cerdo.

4. Mejor que los cortes que se importan
La carne de cerdo colombiana goza de tener grandes características que para el consumidor son importantes en conocimiento, en calidad, nutrición y sobre todo en inocuidad. Esto pueden llegar a marcar la diferencia con carne importada congelada, la cual es faenada mucho tiempo antes de su distribución en los países importadores, perdiendo en el camino características propias que finalmente recaen en el consumidor final y en menos calidad.

5. Carne de cerdo y mercados verdes
Más allá de la preocupación de las empresa del sector porcícola en mejorar sus indicadores económicos y financieros, la conservación de los recursos naturales impactados por la producción hacen que las empresas dediquen sus esfuerzos a minimizar los daños ambientales en miras de proteger y conservar un medio ambiente sostenible y rico en el territorio nacional.