La campaña sanitaria más desafiante del campo colombiano

La certificación estadística del inventario y la fiabilidad de los datos son algunos de los logros más importantes de Fedegan. Cerca de 36.000 millones en cada ciclo de vacunación contra fiebre aftosa y brucelosis bovina, más de 5.000 trabajadores en 30 departamentos, entre programadores, vacunadores, digitadores y líderes de apoyo- y cerca de 32 millones de dosis aplicadas en más de 1.000 municipios son solo algunas cifras que dan una idea de cómo se lleva a cabo la campaña sanitaria más desafiante del campo colombiano, en tan solo 45 días.

El primer ciclo de vacunación de este año empezó el 5 de junio y se extenderá hasta el próximo 19 de julio en todo el territorio nacional. La meta es llegar a 100% de las fincas y la totalidad de los vacunos y bufalinos con los que nuestros ganaderos producen carne y leche apetecida no solo en Colombia sino en más de 20 mercados mundiales.

La campaña que se está llevando a cabo en estos momentos tiene un costo aproximado de $36.000 millones y los ganaderos aportan una contrapartida por el pago del biológico de unos $43.000 millones que se invierten en la adquisición de las dosis de aftosa, aftosa + rabia y RB51. Importante resaltar que la vacuna contra la brucelosis (cepa 19) no tiene costo para el productor, ya que es asumida directamente por Fedegan, como aporte a la campaña sanitaria.

La ejecución en campo de cada jornada es llevada a cabo por alrededor de 4.960 trabajadores en misión en 30 departamentos. Ese grupo lo componen programadores, vacunadores, digitadores y líderes de apoyo que recorren las difíciles vías terciarias, montañas y ríos para lograr los muy buenos niveles de vacunación que hemos tenido: por encima de 98% en hatos e igual porcentaje en animales en ciclos anteriores.

Además, 223 colaboradores que hacen parte del personal de planta respaldan las campañas. A nivel regional contamos con 15 coordinadores regionales, 95 profesionales y 95 asistentes administrativos. Por otra parte, se vincula una estructura de personal encargada de la coordinación y supervisión de la operación nacional.

¿Cuántas dosis son aplicadas en cada ciclo de vacunación? No es una cifra cualquiera: son 30 millones de dosis, aproximadamente, entre aftosa y aftosa + rabia, por ciclo. Para brucelosis -que, reitero, no tiene costo para el ganadero, son alrededor de 1,9 millones de dosis.

Para la ejecución de cada ciclo de vacunación son contratadas cinco empresas de servicios temporales que tienen la misión de emplear al personal temporal de campo en todo el país, los cuales previo al inicio de la campaña, reciben capacitación en temas técnicos y de Seguridad y Salud en el Trabajo (SST). De las anteriores, se adelantan alrededor de 230 jornadas.

A través de la Federación Colombiana de Ganaderos (Fedegan) se hace la contratación de los tres laboratorios que suministran el biológico (vacunas), coordinando desde el proceso de pedido hasta el cierre de inventarios en cavas por los profesionales de nivel central, quienes tienen a cargo la operación y logística de despachos con los laboratorios Vecol, Limor y MSD.

El FNG realiza los contratos con los gremios ganaderos asignados por el ICA según resolución, para operar el ciclo con el fin de asegurar la logística local del biológico, cadena de frío, instalaciones y entrega de recursos para el transporte del personal.

Además, se realiza la compra y distribución de la dotación y elementos de protección personal de todo el personal de campo, y la distribución y mantenimiento de los dispositivos móviles de captura que suministra el Dane para registrar la información de la vacunación.

¿Qué es lo que muestran estos indicadores? No son cifras frías sobre los ciclos de vacunación que se llevan a cabo dos veces por año en todo el país. Es el compromiso del ICA, de Fedegan, del Fondo Nacional del Ganado y de miles de profesionales, tanto en el nivel central como en región, para llevar a cabo campañas sanitarias que rompen los esquemas tradicionales.

Algunos colaboradores se transportan en motocicletas, otros en caballo, otros más en burros, canoas y los más extremos en tarabitas que les permiten cruzar caudalosos ríos y cumplir con la misión específica de blindar el hato ganadero colombiano y así mantener el estatus de país libre de aftosa con vacunación, que es el activo de mayor valor que tiene la ganadería colombiana, el cual obtuvimos hace más de 20 años, perdimos en 2018 por erradas decisiones políticas del gobierno de turno y recuperamos en febrero de 2020.