¡Café a precio europeo!

A propósito de las discusiones sobre la rentabilidad del sector cafetero colombiano, el no cumplimiento de lo establecido en el Pacto Verde (PVE) o la no corresponsabilidad en el precio por parte del consumidor europeo podría amenazar la rentabilidad del sector cafetero en Colombia, toda vez que la UE. representa alrededor del 30% del volumen de las exportaciones colombianas de café verde.

El PVE, cuyo objetivo es alcanzar la neutralidad climática a 2050, incluye la aplicación de la reglamentación Cero Deforestación, cuya hora cero es el 01 de enero de 2025. Ello configura uno de los mayores obstáculos para que el café colombiano pueda ingresar a la UE., pues implica que la cadena de producción y comercialización deba asegurar la trazabilidad del contenedor de café hasta las fincas en donde fue cultivado.

Lo anterior, acompañado de un proceso de georreferenciación que demuestre que dicho café no se produjo en áreas deforestadas y que cumple con la legislación doméstica en materia de uso suelos, medio ambiente, laboral y derechos humanos.

A pesar de que la UE plantea encarar los objetivos del PVE a través de mecanismos de mercado, la cuestión que se debe abordar es qué parte de la cadena del café asumirá las inversiones necesarias para que el país cumpla con la reglamentación planteada.

Al ser el café un sector de apretados márgenes de rentabilidad no sería conveniente que, al mismo tiempo que los consumidores europeos disfrutan de un café de altísima calidad y con garantía de cero deforestación y cumplimiento de la legislación debida, las más de 550.000 familias caficultoras colombianas deban asumir los costos de dicho esfuerzo y restringir aún más sus apretados márgenes.

Análogo a como se reconoce una prima en el precio de los cafés que cuentan con algún tipo de certificación y al diferencial que se le reconoce al café colombiano por su probada calidad, es necesario que el cliente europeo reconozca en el precio de compra del café los esfuerzos del sector caficultor colombiano por producir un café que cumpla con los estándares propuestos por la UE en la reglamentación de Cero Deforestación y diligencia debida.

Otro aspecto preocupante es que ocho meses antes de la implementación de la reglamentación, la UE. aún no define aspectos fundamentales de la política, como los mapas con los cuales se contrastará su cumplimiento, la plataforma para subir la información de diligencia debida, el rol de las autoridades de cada país miembro de la UE., entre otros.

Desde Asoexport, gremio que representa cerca del 75 % de las exportaciones de café del país, consideramos que ante la falta de definición por parte de la UE., el camino que puede tomar el país es el de ser propositivos acerca de los aspectos sobre los cuales aún se cierne la incertidumbre.

También es imperativo avanzar en aspectos ya conocidos: la gestión del habeas data con los productores de café, de manera que el Sica sea una herramienta actualizada que esté a disposición de los caficultores independientemente de la cadena de comercialización que utilicen; o la gestión de la declaración de auto cumplimiento de legalidad que tendrá que presentar el productor a la hora de vender su café.

Consecuentemente, la tarea fundamental es la articulación de esfuerzos de todos los actores públicos y privados, de manera que Colombia no pierda el acceso a un mercado que representa cerca del 30% de las exportaciones de café verde, con las desastrosas consecuencias que ello tendría para la rentabilidad de las más de 550.000 familias que viven del café en el país.