El paro arrocero continúa con protestas y bloqueos sin ningún acuerdo con el Gobierno

Es importante tener en cuenta que el sector arrocero colombiano representa cerca de 500.00 familias y genera cerca de 110.000 empleos directos y 400.000 indirectos en más de 211 municipios de 23 departamentos. No obstante, pese a su importancia a nivel nacional, el sector enfrenta una crisis sin precedentes que amenaza la estabilidad económica y social de miles de campesinos.

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Si bien, el Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural anunció una serie de propuestas y recursos por cerca de $50.000 millones con el objetivo de mejorar la competitividad del sector arrocero en Colombia.No es suficiente, ya que desde el sector se afirma que faltan soluciones concretas y efectivas por parte del Gobierno Nacional, por lo cual en la actualidad los productores se vieron en la obligación de suspender las negociaciones hasta que se presente una medida clara que abarque la totalidad de las peticiones de los arroceros.

“Se requieren soluciones ya. No podemos seguir esperando seis meses, un año o que se resuelva en el próximo gobierno. La situación es crítica, y mientras el Gobierno promete soluciones a largo plazo, el sector arrocero está perdiendo su cosecha, su trabajo, y el futuro de miles de colombianos que dependen de este cultivo”, exponen representantes del sector.

Este ya es un llamado de emergencia, pues desde noviembre de 2024 los agricultores solicitaron ayuda urgente al Gobierno, pero la respuesta de este no fue clara ni contundente, si se tiene en cuenta la emergencia que vive el sector. Aunque hasta ahora la situación estalló por medio de marchas y manifestaciones, las denuncias están desde hace meses, pero las soluciones aún no llegan y miles de empleos están en riesgo, además de la seguridad alimentaria del país.

Todo esto se debe a que los agricultores reportaron una reducción de 21,5% en el precio del arroz paddy verde, que pasó de $230.000 a $185.000 por carga de 125 kilogramos en la zona centro del país. Ante este desplome se generaron pérdidas entre $1,5 y $2 millones de pesos por hectárea. Además, los costos de producción vienen en aumento de manera significativa, mientras que las ayudas anunciadas por el Gobierno, que ascienden a $10.000 millones, son consideradas insuficientes para mitigar el impacto de esta crisis.

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No obstante, los arroceros también enfrentan problemas con deudas bancarias y los altos intereses, que, según exponen, resultan ser impagables y en alguna ocasión los llevan a la quiebra, y ponen en riesgos sus tierras.A esto se le suma la variabilidad climática, que afecta la productividad de los cultivos.

Debido a esta situación este 10 de marzo de 2024 continúan las protestas y bloqueos en varias vías del país, con el objetivo de que el Gobierno Nacional tome conciencia y tome medidas urgentes. “Esperamos que el señor presidente Gustavo Petro, quien en su campaña presidencial manifestó su compromiso con los pequeños y medianos productores, muestre disposición para escuchar nuestras demandas sin condicionarse al retiro o suspensión de la justa protesta pacífica que están adelantando los agricultores y campesinos de Colombia”, añaden los manifestantes.

Hasta el momento, los diálogos entre el Ministerio de Agricultura y los representantes del sector aún no dan resultados concretos. De esta manera, los arroceros dejaron claro que no levantarán el paro hasta obtener respuestas reales y soluciones inmediatas. Mientras el tiempo pasa, los agricultores se ven afectados al perder dinero, cultivos y, en muchos casos, sus tierras. La crisis no solo atañe a los productores, sino que también a toda la cadena productiva y a los consumidores, quienes podrían enfrentar importantes aumentos en los precios del arroz en el mediano y largo plazo.

El sector arrocero dejó su mensaje claro, “el sector arrocero de Colombia está en pie de lucha. Necesitamos soluciones inmediatas y concretas, no promesas a largo plazo. Que el gobierno actúe ya por el futuro de la producción arrocera y de las familias colombianas”.