Agricultura

La seda que cultivan las mujeres en Timbío, Cauca, y de la que son maestras pioneras

A Colombia llegó la sericultura en 1868, traída por el médico Manuel Vicente de La Roche, quien en Antioquia adelantó todos los procesos de la explotación
Por:
14 de agosto de 2024
Amparo Navarro, sericultora
LR

A 20 minutos de Popayán, en Timbío, Cauca, 120 mujeres aproximadamente constituyen la sericultura artesanal en Colombia, un oficio único que llegó como cultivo de diversificación cuando la roya Cafetera afectó a las regiones del Eje Cafetero y el Cauca en la década de los 70.

Colteseda, que es el nombre que agrupa a esta asociación de mujeres de municipios del Cauca, como Piendamó y Timbío, entre algunos, se encarga del cultivo de la cría del gusano de seda y de la posterior transformación a mano de los hilos a productos finales como bufandas o chales.

La seda tiene una historia mística y llena de misterios. Cuenta la leyenda, que una vez, la emperatríz Leizu, estaba tomando té bajo las hojas de un gran árbol de morera. En su estancia, un capullo cae en su taza de té caliente, pero un hilo brillante y delgado saliendo del elemento capta su atención, por lo que decide tejerlo. Junto a su esposo, el emperador amarillo Huang Di, dominan la cría del gusano y lo transmite a su cohorte real. Al ser un producto tan demandado por su finura en la tela, su fabricación era un secreto que si se compartía, el castigo era la muerte.

De hecho, la única manera de que se supiera fue siendo extraída a por monjes benedictinos, llevando ocultos en sus vestidos las semillas de la morera y dentro de los báculos que eran huecos, los huevos de los gusanos para llevarlos a Constantinopla.

A Colombia llegó la sericultura en 1868, traída por el médico Manuel Vicente de La Roche, quien en Antioquia adelantó todos los procesos de la explotación, desapareciendo con su muerte su esfuerzo de tecnificación del cultivo. No fue sino hasta 1970 que tomó fuerza el cultivo cuando la Federación Nacional de Cafeteros, en vista de la merma por la roya, decidió implementar este cultivo como manera de complementar los ingresos del agricultor que vivía del café, y hasta otorgaba créditos de financiación para su incentivo.

Durante 1982 la producción fue de 5.880 kilos, cifra superior en 50% al total de kilos producidos durante 1978.

Un trabajo necesariamente artesanal. El oficio de la sericultura en Colombia tiene su epicentro en el Cauca, ciertamente en Timbío, donde las mujeres de Colteseda fueron las primeras en hacerlo a mano. Amparo Navarro, una de las integrantes de la Asociación, contó la historia del origen de este oficio en este municipio al norte del Cauca.

“Montan en Timbío una planta piloto llamada Hiloseda. En esta planta empiezan a formarse capullos que por su tamaño y color no eran devanables en la industria, entonces nos llaman a nosotras, hijas campesinas de productores, para tratar de transformarlos artesanalmente, y así nace la seda en Colombia. Nosotras somos las maestras pioneras”, dice.

A 20 minutos de Timbío, está situada la Ruta de la Seda, en la finca Los Chorros. El trayecto, que tiene una duración de tres horas, por un precio de $30.000, brinda un espacio de aprendizaje que narra cada una de las cinco fases de cría del gusano de seda (Bombix Mori), su alimentación, su transformación, paso a paso, hasta llegar en una prenda valorada desde los $15.000.

Y la seda, en el mundo, está creciendo. El tamaño del mercado de hilos de seda se estima en US$40.590 millones para 2024, creciendo a una tasa 3% anual durante un periodo previsto a cinco años.

Este es un cultivo que, sin duda, emerge en medio de cultivos de coca, por lo que se establece como un mensaje resiliente de paz en el conflicto.

Un gusano puede producir un kilómetro de hilo

En el desovillado, que se realiza después de haber asfixiado la crisálida (calentarla); un capullo de gusano de seda brinda un hilo único e ininterrumpido de más de 800 metros “Puede tener hasta un kilómetro y medio”, dice Amparo Navarro. Durante los años cafeteros comprendidos entre 1978 y 1983 se produjeron en Colombia 47.611 kilogramos de capullo de seda liderados por los departamentos cafeteros.

¿Cómo pasa un gusano a ser seda?

Empieza la cría de los gusanos en los galpones

El gusano tiene cinco fases. Las dos primeras el animal se mantiene en casa, siendo alimentado e hibernando para mudar de piel y ganar peso y forma corporal. Durante la tercera fase, se pasan a estos galpones de cría con rodalinas. Las rodalinas son ramas que simulan a los árboles de morera para que los gusanos lleven a cabo su maduración (capullo).

Limpian los capullos al ser madurados

En la quinta y última fase, los gusanos suben a las rodalinas para formar su capullo. La formación de este tiene una duración de 48 a 68 horas en total. El gusano secreta una proteína llamada fibroína a través de sus glándulas salivales. Esta proteína se mezcla con sericina, una sustancia pegajosa que ayuda a que las fibras de seda se adhieran entre sí.

Se extrae el hilo del capullo mediante calor

En un recipiente hirviendo, se colocan los capullos limpios y secos para la extracción de su hilo. Esto se da porque el agua caliente ablanda la sericina, y a medida que esto ocurre, el extremo del hilo de seda se hace visible y se puede enrollar en una bobina. Este proceso se llama devanado, y es uno de los más importantes para no dañar el hilo en costura.

Hilado y torcido para obtener mejores fibras

Luego de que se extrae el hilo mediante el devanado, se pone en una bobina y varios hilos de seda se combinan y retuercen juntos para formar un hilo más fuerte y grueso mediante un proceso manual con la maquina. Este mecanismo se llama hilado y torcido y ayuda a mejorar la resistencia y uniformidad del hilo de seda en su finalidad en la tela.

Procesamiento y acabado de las fibras de seda

Una vez que se ha obtenido el hilo de seda, se lava para eliminar cualquier residuo de sericina y se tiñe o blanquea según sea necesario. Luego, el hilo de seda se enrolla en carretes, listo para ser utilizado en la confección de tejidos y prendas de vestir. De acuerdo al grosor, se pueden obtener diferentes hilos para diferentes tipos de costura.

Tintura de hilos para su acabado en costura

Los hilos de seda se pueden teñir del color que se prefiera. Muchas veces, los hilos se tiñen de acuerdo a la finalidad del producto final. En Timbío, por ejemplo, hay acabados de hilos para agendas, argollas, aretes, ruanas y demás, así como collares de colores. Este es un paso meramente estético para darle forma al producto final que se quiere lograr.

Enrollamiento de los hilos en carretes

Como paso final, los hilos tinturados o no tinturados se enrollan en carretes, y así se empieza a tejer el producto final. Los tejidos son irregulares, el carrete tira de lado a lado, trazando un hilo sobre otro, dando cierta estética rústica y artesanal. Un proceso de una bufanda, por ejemplo, puede tomar de siete a ocho horas, si se traba de corrido.

Una ruana, un chal, unos aretes, un collar

El producto final es simplemente espectacular. Un portafolio de productos de toda gama hechos con los capullos de los gusanos se pueden ver en la tienda Colteseda en Timbío. Desde juguetes con pájaros pintados con capullos sin deshilar, hasta agendas forradas en hilos de colores de seda, ruanas, bufandas y hasta vestidos. Todo de seda.

“Esto es un oficio que tiene más de 14 horas al día”

La cadena serícola es si bien un oficio de cría de animales, también se debe cultivar el alimento para ellos, como lo es la morera. Para entrar en la cadena, se alista la tierra, limpia el lote, se traza, y se planta la morera 50 centímetros entre zurco y zurco, y un metro entre una mata y otra. En una hectárea pueden caber más o menos 20.000 matas.

La finca Los Chorros, por ejemplo, tiene casi dos hectáreas y tienen 18.000 plantas. Estas le permiten llevar sus nueve crías al año, que le resultan en cuatro cajas. Cada caja son 20.000 insectos. Amparo Navarro, sericultora, contó el proceso total.

¿Cómo es el cultivo de morera?

A los seis meses se puede hacer el primer corte, y a partir de ahí, cada 90 días se pueden tener matas de moreras listas para cultivas ese insecto. En la altura del Cauca, donde haya café, hay morera. Esta planta está llena de proteínas que también puede alimentar ganado, y están haciendo investigaciones sobre la alimentación de forraje en otros animales.

¿Cómo es el ciclo de vida del gusano?

Tiene cinco edades. A nosotros nos entregan el gusano con un día de vida, ya que la Universidad del Cauca lo fertiliza en primera instancia. En este tiempo son unos insectos muy pequeños, y empezamos a alimentarlos con morera muy finamente picada y los mantenemos en nuestra casa porque no ocupan mucho espacio.

En la primera edad comen solo cuatro días, luego duermen (hibernan) y pasan a la segunda edad, y este lapso de tiempo cambian de piel. En la segunda edad comen cuatro días, duermen 24 horas y pasan a la tercera fase. y luego aquí los traemos a los galpones de crías, y aquí les empezamos a dar la morera en hojas, luego crecen y a su cuarta edad le empezamos a dar ramas.

Aquí comen otros cuatro días y así pasan a la quinta edad, que es la última, y aquí si comen entre siete y ocho días, y el día ocho maduran, cambian de piel, y empiezan a buscar las rodalinas para subirse a hacer su capullo.

¿Cuánto dura todo el proceso?

Unos 30 días más o menos, dependiendo del clima. Si hace mucho calor, se puede acortar el ciclo hasta 28 días. Nosotros, después de que ellos haya encapullado los dejamos unos siete u ocho días, hacemos la cosecha, y luego empezamos el proceso de transformación.

¿Cómo ha sido la trayectoria de la sericultura?

Colombia no es un país serícola, entonces es una cadena novedosa que alguna vez tuvo muchas dificultades. De hecho, tuvimos que adaptar este insecto al trópico. En este momento tenemos unas razas muy productivas, muy resistente a varias enfermedades.

¿Hay retos?

La sericultura se ha venido minimizando. Necesitamos que vuelva a expandirse como era hace 40 años, donde había muchas hectáreas instaladas, entonces es una tarea entre el Estado, la empresa privada, y la academia en especial. Hemos tratado de mantener la cadena, pero no es fácil. El campo es muy susceptible, nosotros somos susceptibles a todo.

¿Se ha mermado el turismo?

Nosotros tenemos la Ruta de la Seda establecida, y los turistas en estos tiempos ya no han llegado por la escalada tan fuerte de los ataques que se ha venido presentando en el territorio, y digo que no tienen ni idea los que atacan el daño que nos hacen a nosotros los artesanos.

¿A qué hay que apuntarle?

Hay una debilidad y es la edad nuestra, y ya tenemos menos rendimiento. A los chicos ya no les interesa el campo, por ejemplo, yo digo que fue una muy buena decisión enviarlos a la universidad, pero al ellos tener otra opción, ya no les interesa el campo. Esto es necesario abordarlo rápidamente.

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