La Policía Nacional incautó un total de 19.596 ejemplares de fauna silvestre en 2020

En un país tan biodiverso como Colombia, el contrabando de flora y fauna de especies endémicas es una problemática que las autoridades llevan años combatiendo. No solo por el enriquecimiento ilícito a costa de estos animales y plantas, sino por el riesgo ambiental que representa sacarlos de su territorio, pues muchos de ellos deben ser protegidos al estar en vía de extinción.
Los datos entregados por el Sistema de Información Estadístico,

Delincuencial, Contravencional y Operativo de la Policía Nacional (Siedco Plus) determinan que las especies de fauna silvestre más traficadas en Colombia corresponden a reptiles, aves y algunos mamíferos, presentándose una afectación muy marcada sobre las especies de tortugas hicoteas (especie vulnerable) y morrocoy (en peligro), así mismo, las iguanas y las babillas (preocupación menor).

“Dependiendo la edad de los animales que sean traficados esto puede afectar la tasa de recambio, lo que puede resultar en un daño irreparable para esa especie y para la biodiversidad”, indicó el director científico de la Fundación Cunaguaro, César Rojano.

Con respecto a las aves, las especies más traficadas son el canario costeño, la guacamaya azul-amarilla, el loro real y entre los mamíferos vendidos ilegalmente se encuentran los monos araña y el titi cabeciblanco (en peligro crítico); la tortuga carey y el mono cariblanco, también en alto riesgo.

En 2020, la Policía Nacional incautó un total de 19.596 ejemplares de fauna silvestre, para un promedio de 54 diarios. Durante 2019 se recuperaron 1.187 animales adicionales y 2018 fue el mejor año en cuanto a incautaciones, con 34.794. En total, las autoridades reportaron 97.663 especies en los últimos cuatro años.

Actualmente, la Dirección de Protección y Servicios Especiales de la Policía Nacional, cuenta a nivel nacional con 550 hombres y mujeres policiales distribuidos en 51 grupos de Policía Ambiental y Ecológica, encargados de acompañara las autoridades ambientales y a la comunidad en general para la defensa y protección del ambiente a través de actividades de vigilancia y control.

En el transcurso del año inmediatamente anterior, la Policía Nacional indicó que logró capturar a 2.294 personas por el delito de aprovechamiento ilícito de los recursos naturales renovables, descrito en el artículo 328 del Código Penal. De estas, 69 personas judicializadas son de nacionalidad extranjera: un australiano, nueve ecuatorianos, un estadounidense y 58 venezolanos.

Además, se ha podido identificar por parte de los investigadores de la Policía judicial que las regiones del país con mayor incidencia de casos de explotación y comercialización de fauna silvestre se ubican en el Piedemonte Amazónico, Costa Atlántica y algunos departamentos de la zona pacífica.

Una vez desarrollado el procedimiento de incautación de fauna silvestre, los especímenes son dejados a disposición de la Corporación Autónoma Regional posteriormente ser trasladada al Centro de atención y valoración de flora y fauna silvestre (CAV), en donde recibirán especial atención por parte de especialistas, quienes realizan una valoración específica para determinar el estado de domesticación o las posibilidades de rehabilitación para ser devueltas a su hábitat natural.

“Para aquellas especies que fueron expuestas a cautiverio por tiempos demasiado prolongados, la recuperación seguramente será irreversible, por lo que estarán destinadas a permanecer en zoológicos u hogares de paso ”, explicó el coronel Jhon Harvey Alzate Duque, director de Protección y Servicios Especiales.

Lo primero que se debe tenerse en cuenta en la valoración de los animales es el estado de salud, si este tiene alguna fractura, heridas graves, o si tiene crías.

“Es importante estar muy pendientes del nivel de estrés que puede llegar a tener el animal recuperado, que en el traslado no sufra más de lo que ha sufrido al estar en cautiverio. Son muchas condiciones las que afectan a cada animal, por lo que cada uno y cada historia es diferente”, explicó la médica veterinaria de especies endémicas, Laura Hernández.

Algunas estrategias para mitigar el contrabando

La Policía Ambiental trabaja en pro de fortalecer sus capacidades en control ambiental a partir de la implementación del programa ‘Binomios caninos para la detección de fauna silvestre, objeto de tráfico’, conformado con 16 caninos especializados y entrenados para que a través del sentido del olfato identifiquen la fauna ilícita que se moviliza o se comercializa. Otras actividades que se realizan con frecuencia son el registro de lugares como plazas de mercado y empresas transportadoras de envío y correspondencia, informaron las autoridades.