Cosecha de coca puede costar más de $6 billones dentro del territorio colombiano

De cada 10 gramos de cocaína que se produjeron en 2017, en todo el mundo, siete fueron elaborados en Colombia. Esa fue la principal conclusión del informe anual de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc), que reveló que Colombia cerró ese año con 171.000 hectáreas sembradas de hoja de coca, un crecimiento de 17% si se le compara con 2016, y que podrían generar $6 billones en el mercado local.

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Y es que este número de hectáreas, según los cálculos de Naciones Unidas, tienen una producción potencial de 1.379 toneladas de clorhidrato de cocaína, un rendimiento que empujó a que la producción global rompiera el récord de 1.900 toneladas del alcaloide en 2017. Según las cifras del informe, el precio promedio en el mercado local del clorhidrato de cocaína es de $4,4 millones el kilo, por lo que esta producción de 1.379 toneladas (1,3 millones de kilos) podría derivar en los ya mencionados $6 billones.

La investigación de la ONU también revela que la hoja de coca es un cultivo que tiene un rendimiento promedio de 5,6 toneladas de hectárea por año. Además, que este es un mercado en el que la región Pacífico es la reina en cultivos, con 65.567 hectáreas, y un crecimiento de 13%; le sigue la Región Central, con 52.960 hectáreas y un alza de 31% respecto a 2016. El podio lo cierra la región de Putumayo y Caquetá con 41.382 hectáreas, con una variación de 20%.

En concreto, la siembra de coca es un mercado liderado por los departamentos de Nariño (45.735 hectáreas); Putumayo (29.589 hectáreas); y Norte de Santander (28.244 hectáreas). En total, 22 de los 32 departamentos de Colombia tienen participación en los cultivos y es en la Sierra Nevada ($5,1 millones) y en la Amazonía ($4,7 millones) en donde mejor se cotiza la cocaína.

El informe de la ONU indica que para muchos grupos ilegales les resulta más económico en términos de inversión este producto, pues una sola hectárea de coca puede tener entre tres y cuatro cosechas al año y por sus propiedades agronómicas, el cultivo es viable en diferentes pisos térmicos sin afectar la calidad.

“Es una mala noticia para los países productores. Lo que está pasando en Colombia es preocupante”, dijo Angela Me, jefa de investigación de la Unodc. Y es que el impacto del aumento de cocaína en el mundo fue tal que incluso el precio final y el de sus insumos bajó frente a 2016. Por ejemplo, el kilo de hoja de coca (la primera fase del eslabón) cayó de $2.900 a $2.100; y el de la base de cocaína pasó de $1,8 millones a $1,6 millones.

Pero los ingresos para el narcotráfico no se quedan ahí, pues los controles antidrogas y las incautaciones, generan que en el extranjero el precio suba, y en Estados Unidos, un kilo de este producto puede elevarse 2.000%.
Según cálculos de la Dirección de Antinarcóticos de la Policía Nacional, en el país del norte el kilo llega a US$32.000; en Europa es aún mayor a US$60.000; y en Asia puede subir hasta US$100.000 y US$120.000. Según las autoridades, el aumento en la producción también se justifica, porque grupos al margen de la ley, que antes estaban con la minería ilegal, se vieron afectados por las caídas en el valor del oro y prefirieron tener ingresos en moneda extranjera producto de los estupefacientes.

Gobierno resalta descenso
Al mismo tiempo del reporte de la ONU, la Oficina de la Política Nacional para el Control de Drogas de la Casa Blanca (Ondcp) destacó que el año pasado la producción de Colombia fue de 887 toneladas de cocaína con 208.000 hectáreas, un descenso de 1.000 hectáreas en comparación de 2017.

“Es la primera vez en siete años que no se registra un aumento en los cultivos de coca en Colombia. Esto demuestra que sí es posible tener resultados positivos, cuando se enfrenta con decisión el fenómeno de las drogas”, resaltó el presidente Iván Duque, mientras que la ministra de Justicia, Margarita Cabello, agregó que, entre agosto de 2018 y junio, se destruyeron 66.528 hectáreas de coca y se incautaron 332,5 toneladas del alcaloide.