Agro

La industrialización de la penca de sábila empieza a tomar forma en Colombia

En el Eje Cafetero hay sembradas alrededor de 120 hectáreas y para el proyecto de Pereira, se tienen dispuestas 18.
Analista LR
LR
09 de julio de 2015

Llegar a ello ha sido un desafío para quienes han puesto su fe en la sábila y aunque el panorama actual en esta materia empieza a darles a los sabileros buenas señales, -hace dos años no había prácticamente nada- también les está marcando alertas.

En Santa Marta, Pacho (Cundinamarca), Zona Franca Internacional de Pereira (Zfip), Caldas y en Quindío, caminan proyectos de industrialización que de cristalizarse podrían cambiarle la cara a la llamada ‘planta milagrosa’.

Sin embargo, el proceso no es fácil. La industrialización implica recursos cuantiosos y la planeación es una condición inamovible para no matar un negocio, sin haber nacido, y no generar expectativas falsas en un renglón tan sensible como el agro.

En esta línea está Bernardo Mesa, un promotor de una iniciativa quien con un grupo de socios, bajo el nombre de Zimtec, desarrolla en Pacho y en la Zfip, dos plantas para producir gel liofilizado (estabilizado sin aloína), tal vez el único proyecto en marcha de esta índole en el país.

La planta en Pacho está en pruebas y tras realizar los primeros análisis, el gel liofilizado salió contaminado lo que indica que no es posible empezar una producción en línea utilizando el agua suministrada por este Municipio. “No podemos producir en serie hasta no tener la prueba que pase por laboratorio como lo exigen las multinacionales. Cundinamarca nos está ofreciendo instalar una planta de tratamiento para que nos quedemos en la zona donde generamos 40 empleos a mujeres”, dijo.

La planta se ubicó en Pacho porque allí están las siembras de la variedad que requiere la iniciativa (Aloes Barbadensis Millar) y la meta es producir 750 kilos de gel día, básicamente para exportación. “Nosotros compramos el paquete tecnológico que nos permite desarrollar la cadena del aloe con varios productos”, agregó. Esa iniciativa más pequeña, se replica en Zfip, donde el grupo de inversionistas y promotores, construye una planta para producir 150 kilos de aloe liofilizado al día. “Empieza pequeña para luego hacer el escalamiento industrial. Uno no se puede enloquecer con esto”, agregó.

Mesa reitera que se debe hacer un trabajo ordenado desde la variedad, la siembra, los cultivadores y en la certificación de los procesos.

“Para la planta de Pereira se requieren 170 hectáreas de Aloes Barbadensis. En la región, de lo sembrado, un 60% nos sirve, pero hay alguna dispersa. Si tenemos la penca, que podríamos traerla de Pacho, en primer semestre de 2014 estamos produciendo”, dijo.

Hay que asegurar la compra
La presidente de Aloe Café, una asociación de sabileros, Amparo Ballesteros, señala que es indispensable que los productores aseguren la comercialización antes de cultivar la sábila. En el Eje Cafetero hay sembradas alrededor de 120 hectáreas y para el proyecto de Pereira, dijo, tienen dispuestas 18. La esperanza la tiene puesta en los proyectos de industrialización en marcha que permitirán crecer este negocio.

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