Destine $7 millones si quiere asegurar una hectárea de su cultivo

Una de las prácticas que aún no está lo suficientemente implementada en el sector agro es el aseguramiento de los cultivos, puesto que, de acuerdo con cifras de Fasecolda, para final del año pasado, solo estaría asegurado cerca de 2,5% del total del área cultivada en el país,. Para la entidad, esta última, sigue siendo una cifra muy baja.

Para incluir sus terrenos entre ese porcentaje que sí está asegurado, el costo de la hectárea, teniendo en cuenta los promedios emitidos en 2018 por la misma organización, se estima que debería destinar un total de $7 millones por hectárea a asegurar.

De acuerdo con el presidente de la Sociedad de Agricultores de Colombia (SAC), Jorge Bedoya, la compra de seguros es una medida muy importante para el sector actualmente. “Los seguros funcionan cuando hay un problema, pero en virtud de cómo ha venido cambiando el clima, no solamente en el mundo sino en el país, es necesario tener ese tipo de herramientas a disposición de los productores”, expresó.

Así mismo, Bedoya destacó que cuando se mira el deterioro de la cartera agropecuaria, el clima y la variabilidad del mercado pueden ser mitigados por medio de este mecanismo aplicado en los cultivos.

Teniendo como base información de la Federación de Aseguradores, hoy en día son cinco las entidades que han abierto posibilidades relacionadas con seguros agropecuarios: Mapfre, Sura, Seguros Bolívar, Allianz y Previsora Seguros. A ellas se suman las facilidades públicas que se dan para atender cualquier tipo de altercado que afecte o pueda afectar a los cultivos.

Con respecto a las entidades, una de las propuestas es la de Mapfre, organización que ofrece un seguro climático que cubre ante posibles sorpresas como vientos fuertes, granizos, excesos de lluvia, sequías, inundaciones o heladas. La entidad explica que su seguro protege hasta 70% del rendimiento del cultivo; para calcular indemnizaciones, la entidad se basa en la estructura de costos de producción del cultivo.

Partiendo de las cifras de Fasecolda, este tipo de seguros han llevado a que, para julio del año pasado, se hubiese emitido un total superior a $33.000 millones en primas, lo que significó un incremento de más de 11% frente a lo recogido un año atrás.

Entre otras ofertas, también se encuentra la de Allianz, que actualmente tiene propuestas diseñadas para cultivos de cacao, caucho, palma de aceite, aguacate y caña de azúcar. Por su parte, Sura se enfoca en la protección de cultivos de maíz, arroz, algodón, sorgo, caña de azúcar y soya, garantizando la protección de estos productos tras afectaciones propiciadas por el clima.

Este tipo de ofertas han derivado a que, en el país, el pago de siniestros que afectan al sector agrícola sumara $4.911 millones hasta julio del año pasado. No obstante, esta cifra es inferior en 67,5%, si se compara con lo entregado durante el año inmediatamente anterior, de acuerdo con los reportes de este grupo de aseguradores.

Otro de los enfoques que se presenta en este nicho es el de la protección de los elementos que permiten ejecutar tareas relacionadas con el agro. Liberty Seguros tiene en su portafolio un producto destinado a la salvaguarda de los equipos y maquinarias del sector agroindustrial. la compañía brinda la posibilidad de cubrir temas relacionados con hurtos, fenómenos naturales o daños internos en los aparatos.

La otra compañía que ha puesto sus ojos en el segmento agrícola es Previsora de Seguros, la cual otorga amparos frente a temas como vientos fuertes, inundaciones, excesos o déficit de lluvia, granizo, enfermedades, incendios o deslizamientos.

Uno de los puntos en los que ha sido enfático Jorge Humberto Botero, presidente de Fasecolda, es que este es un sector en el que se necesita aún más formalización.

“Se ha demostrado con creces la bondad de este instrumento. Entre los años 2010 a 2017, la industria aseguradora atendió siniestros del seguro agropecuario por el orden de $321.000 millones, lo cual representa 64% más que los recursos destinados por el Gobierno para el incentivo a la prima del seguro agropecuario en el mismo periodo”, agregó.

Así mismo, el presidente de la organización señaló que el acceso a este tipo de seguros impide que se deteriore la capacidad de consumo en las empresas enfocadas en el agro y da pie a una reestabilización de los ingresos más rápida, con lo que el trabajador podría retomar actividades de forma más efectiva cuando un inconveniente se presente.

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De acuerdo con información del Ministerio de Agricultura, los cultivos de ciclo corto vegetativo tienen un valor máximo a asegurar por hectárea de hasta $18 millones; los de mediano y tardío rendimiento pueden alcanzar valores de hasta $23 millones y las plantaciones forestales o sistemas silvopastoriles tienen un tope de $8 millones, entre otros.