Así es el plan para promocionar café cultivado en zonas afectadas por la violencia

La Federación Nacional de Cafeteros y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid) lanzaron Café para la Paz en Colombia, una estrategia de marca que promociona el consumo del producto insignia del país sudamericano cultivado en regiones afectadas por la violencia y las economías ilícitas.

La iniciativa, que comenzó en 2018 con la capacitación de 16.000 familias dedicadas a la caficultura, ha permitido a la fecha la exportación de 398 toneladas de café por un valor de US$1,4 millones.

“Es una estrategia muy importante que se alinea bien con nuestros objetivos en el país y con la política pública del gobierno de Colombia de paz con legalidad”, dijo a Reuters el director de Usaid en Colombia, Lawrence Sacks, durante la presentación del programa el jueves en la noche.

“La idea es fortalecer la capacidad de los pequeños productores de café, hacer el vínculo con el mercado para generar esperanza, oportunidades, ingresos y es parte de una estrategia más amplia que se enfoca en la transformación territorial para generar la paz y la estabilidad”, explicó.

Colombia, el mayor productor mundial de arábigo lavado, es azotado aún por un conflicto armado de más de medio siglo que ha dejado 260.000 muertos y millones de desplazados, pese a un acuerdo de paz que se firmó en 2016 con la desmovilizada guerrilla de las Farc y que permitió reducir la violencia.

En muchas de las regiones en donde se produce café o que tienen condiciones para el cultivo tienen presencia disidentes de las Farc que no aceptaron el acuerdo de paz, guerrilleros del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y bandas criminales conformadas por exparamilitares de ultraderecha.

Todos los grupos armados luchan por el control de áreas que son estratégicas para la producción de hoja de coca, la materia prima de la cocaína, y la minería ilegal, principalmente de oro.

Muchos campesinos de esas remotas zonas ven en la hoja de coca una alternativa de vida ante la escasa presencia del Estado, la falta de carreteras y los bajos precios de cultivos legales que ni siquiera cubren los costos de producción.

Colombia es considerado el mayor productor mundial de cocaína y actualmente el gobierno del presidente Iván Duque busca arrancar más de 200.000 hectáreas de hoja de coca que se detectaron al cierre de 2018 a través de la erradicación forzada a cargo de las Fuerzas Armadas y programas voluntarios de sustitución de cultivos.

Café Para la Paz incluye a productores de 35 municipios de los departamentos de Antioquia, Bolívar, Caquetá, Cauca, Meta y Valle, todos golpeados por la presencia de grupos armados ilegales y actividades ilícitas como el narcotráfico.

“El café es lo mejor que nos ha podido pasar. Hay cultivos ilegales de marihuana, de coca, economías ilegales”, dijo Milton Eduardo Otalaga, líder de un grupo de productores de café en las montañas del municipio de Corinto, el departamento del Cauca, en el suroeste del país.

“Café Para la Paz significa oportunidad, economía legal, sustentable, rentable y sostenible para la familia. Nos ha mostrado el camino de una oportunidad maravillosa en el tema de mercado del café”, agregó Otalaga quien admitió que en el pasado los campesinos de la zona estuvieron dedicados a la siembra de cultivos ilegales.

La estrategia, proyectada inicialmente hasta finales de 2020, contempla inversiones de entre US$4millones y US$5 millones de dólares por parte de Usaid que desde 2011 apoya otros proyectos de caficultura en el país y ha beneficiado a 34.000 personas.

Sacks dijo que la estrategia, que incluye promoción y mercadeo, desarrollo comercial y comercio electrónico, busca articular el Estado y el mercado con poblaciones resistentes a las presiones de los grupos armados ilegales, lo que consideró fundamental para consolidar la paz.

“Toda iniciativa que ayude a mejorar el ingreso de los caficultores colombianos, lo que incluye brindarles acceso directo a compradores dispuestos a reconocer su labor, será siempre bienvenida y contará con apoyo decidido”, dijo por su parte el gerente de la Federación Nacional de Cafeteros, Roberto Vélez.