Medicina antihomotóxica, alternativa para curar los males

Aunque el uso de la medicina veterinaria tradicional para sanar enfermedades de los animales, sigue teniendo ventaja, en términos de aplicaciones y cifras, es un hecho que los métodos alternativos vienen ganando terreno y creciendo por año a dos dígitos.

El último reporte de la Asociación Nacional de Laboratorios y Productos Veterinarios señaló que en 2015, los productos homeopáticos y naturales crecieron en ventas 300%, es decir, pasaron de $1.200 millones a $4.800 millones.

Dentro de estas alternativas está la medicina o terapia antihomotóxica, un desarrollo de la homeopatía, que, según el director Técnico del Laboratorio Homeopático Alemán (LHA), Hugo Leiva, considera el animal integrado por su medio.

“El organismo está conformado por un tejido conectivo, cuando está limpio está sano, pero si acumula toxinas, por concentrados y antibióticos, por ejemplo, bloquea el tejido y se enferman las células. Esta terapia lo que hace es proteger el sistema inmune eliminando estas toxinas”, sostuvo.

El directivo explicó que el tratamiento antihomotóxico se basa en la estimulación y regulación metabólica e inmunitaria a través de estos medicamentos  para normalizar los sistemas del cuerpo y así lograr una reacción frente a sustancias tóxicas.

Durante años se ha aplicado la homeopatía para curar enfermedades en humanos, pero sobre los años 40 del siglo pasado, un médico alemán, el doctor Hans Heinrich Reckeweg, desarrolló la medicina antihomotóxica que luego fue aplicada con fines veterinarios. “El fundamento del medicamento homeopático es trabajar dosis pequeñas para estimular y regular el organismo”, agregó Leiva. Destacó que no se generan efectos colaterales y residuos que suelen producir los medicamentos tradicionales (químicos) y proporciona una producción pecuaria ecológica y orgánica, porque se obtienen alimentos libres de hormonas y se aplica en cualquier especie animal en el tratamiento y prevención  de todas las patologías.

“Se tratan problemas agudos, inflamaciones, diarreas, problemas metabólicos y crónicos, mejora el sistema digestivo, regula la respiración. Se trabaja en todo tipo de patología, lo importante es el tiempo del tratamiento. Cuando es un problema agudo el tratamiento puede durar entre 10 y 15 días, pero cuando es crónico mínimo debe ser dos meses”, indicó.

Según señaló, Leiva este tipo de medicamentos ya son utilizados por 30% de los veterinarios, una tendencia que viene en alza.

Los beneficios de la medicina antihomotóxica:

1. Uno de los beneficios que destacan quienes trabajan con el medicamento es que no genera efectos colaterales porque no contiene químicos.

2. No tienen residualidad. Esto permite, a diferencia de enfermedades tratadas con antibióticos, tener una producción animal limpia y ecológica, que reclama el mercado. 

3. No generan dopajes en caballos. Posibilita tratar enfermedades en equinos, sobre todo los de competencia, sin que se altere artificialmente su potencialidad.

4. No causan tiempo de retiro de los animales en producción. Al no utilizarse químicos, por ejemplo, antibióticos, los animales pueden seguir sus ciclos productivos.

5. El tratamiento de enfermedades agudas y crónicas con este tipo de medicina no excluye otro tipo de terapias, es decir, puede ser utilizado de manera combinada.