Un libro de historias a caballo cuenta los andares del médico Luis Felipe Gómez

Recorrer los distintos caminos y paisajes de Colombia hicieron que Luis Felipe Gómez Isaza, un médico de profesión recopilara sus travesías en el libro ‘Viaje a caballo’, una bitácora por sus trayectos.

Su experiencia y la riqueza natural con la que cuenta Colombia, lo llevaron a pensar el potencial que tiene el país para el desarrollo del senderismo ecuestre y cómo este puede ser aprovechado para atraer más turistas en las diferentes regiones. Gómez logra conectar en su libro, a los apasionados por los caballos y la naturaleza con una manera distinta de recorrer llanuras, bosques y campos.

Este libro que tiene preventa en Taller Edición desde $80.000 dejará ver las conclusiones de nivelar a los caballos y la naturaleza.

¿Qué lo llevó a narrar el recorrido que hizo en su libro ‘Viaje a Caballo’?
‘Viaje a caballo’ es una metáfora del viaje a pie, es inspirado en el maestro Fernando González, un autor y filósofo antioqueño de principios del Siglo XX quien hizo un recorrido entre El Retiro y Buenaventura a pie, ese libro me generó mucha inquietud no solamente por la descripción filosófica sino también por la situación de Colombia. Estimulado por la lectura de ese texto que me encontré a los 18 años, decidí hacer ese viaje a caballo siguiendo los caminos de Fernando González, caminos de herradura y caminos viejos que me motivaron a hacer un recorrido de asombro y de introspección filosófica, y también de disfrute por montar a caballo.

En 2008 empecé a escribirlo y a fotografiarlo no solo por los caminos de Antioquia y el viejo Caldas sino también en otras partes del país. Fui a Santander, estuve en la Sierra Nevada del Cocuy, también estuve en el Cauca, en Guambia, estuve en el Valle del Cauca, en Caldas, en Córdoba, todos esos caminos los recorrí a caballo. El libro es una bitácora de viaje.

¿Qué buscaba con estos recorridos a caballo?
El contacto con la naturaleza genera una gran oportunidad, no es solo algo de disfrute sino también de reflexión y eso proporciona un espacio diferente a lo que estamos acostumbrados que son las cabalgatas populares, las cuales son muy válidas, pero probablemente muestran antivalores. Mientras tanto, el senderismo ecuestre es el principal estimulo es el disfrute de la naturaleza a caballo.

¿Qué lugares fueron los que más le impresionaron al montar su caballo y cuál fue la reacción del animal?
Lo que más me ha gustado es el suroeste de Antioquia, impacta el verde, la vegetación, las montañas, los colores, el río Cauca, los cultivos, el café, sobre todo. Los extranjeros que vienen y nos visitan y conocen ese paisaje quedan absolutamente maravillados. Después de eso todos los paisajes de Colombia, Santander, Cauca, Colombia es hermoso, pero el suroeste antioqueño es para el senderismo ecuestre. Eso también lo siente el caballo.

¿Como médico cree que es una terapia recorrer un camino a caballo, o es un hobbie?
Es una terapia porque libera el cuerpo de energías inadecuadas y además es un ejercicio donde se mantiene la postura, la concentración, está asociado a la equinoterapia, que es una terapia de rehabilitación para pacientes con enfermedades cerebrales y musculares.

¿Qué responsabilidad genera tener un caballo en el bosque?
Tener un caballo es tener un animal con unos privilegios no solamente estéticos sino de energía y un espíritu muy especial, el caballo es un compañero. El caballo mejora la energía y ayuda a estar mentalmente tranquilo, es un compañero que ayuda en todas las dificultades y angustias que podemos tener día a día.

¿Cómo deben ser los aperos y como deben estar para montarse a un caballo?
Mi abuela decía que uno no podía mostrar la pobreza a caballo y por muy humilde que uno sea debe estar bien presentado. Los aperos deben ser de cuero, las talabarterías colombianas son una obra de arte. El caballo hay que lucirlo adecuadamente, sacar un caballo a lucirlo es una obra de arte. La alfombra debe tener un impacto en su colorido con el pelaje del animal.

Montar a caballo es un arte y por eso el caballo debe tener una buena presentación de sus aperos, el cuero es una tradición que hay que respetar.

¿Qué cuidados tenía con los caballos al salir con ellos?
El caballo debe estar preparado antes de salir, debe estar adecuadamente herrado y bañado, además se le debe dar una buena porción de forraje y concentrado. Si se va a recorrer un sendero durante ocho o 10 horas hay que hidratarlo, darle miel y su energético, hay que permitirle comer. Hay que evitar exigirle demasiado y darle espacio para el descanso.

¿Cuando hizo cada viaje, cómo evaluó el senderismo ecuestre que hoy se hace?
Son iniciativas muy individuales, no hay una guía. Yo creo que es una forma muy importante de hacer turismo internacional para aprovechar nuestros caminos, hay una compañía en Cundinamarca que tiene algo organizado en senderismo ecuestre, además hay otros proyectos muy locales y que posiblemente no han tenido mucho impacto en la economía nacional. El senderismo en el mundo existe, el llamado randonnée francés, esa cultura existe, pero en Colombia debemos trabajar por promocionar el senderismo a nivel nacional, debemos hacerle entender a la gente que salir de la ciudad un fin de semana para montar a caballo es muy bueno.

¿Qué concluye de los viajes?
Colombia es el país con los mejores caminos y senderos, tiene un potencial infinito para el senderismo ecuestre. Como actividad económica naciente, es una alternativa que se debe ir potenciando. Espero quede conciencia por el medio ambiente y respeto por el caballo.