Los alimentos bajarían sus precios a costa de menor calidad, según indicó Corabastos

En entrevista con La República, Yolanda González, directora del Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), afirmó que la temporada de lluvias llegó para quedarse por unas buenas semanas. Sólo en la capital, el fin de semana estuvo nublado por lluvias constantes en todos los sectores.
González también enfatizó en que el acompañamiento sostenido del fenómeno de La Niña ha causado que el ritmo de las precipitaciones esté por fuera de lo normal. Frente a este panorama, se espera que las lluvias afecten la disponibilidad de bienes agropecuarios y la calidad de las cosechas, las cuales han comenzado a mostrar tendencias a la baja.

Sólo durante la semana pasada, en el agregado nacional, según el informe del Sistema de Información de Precios del Sector Agropecuario (Sipsa), el grupo de las frutas tuvo una variación negativa de 36,08%, al pasar de $31.548 a $20.164. A este lo siguió el de los tubérculos, raíces y plátanos, que pasó de $36.879 a $19.949, lo que representó una caída de 45,8% y finalizó con el grupo de verduras y hortalizas que bajó de $37.678 a $22.948, es decir, varió -39,09%.

Según Luis Hernando Ríos, jefe de la oficina de prensa de la central de abastecimiento Corabastos en Bogotá, esta temporada afectará el grupo de alimentos perecederos, en el cual están las hortalizas de hoja, como el cilantro y la lechuga. A este se le suman la arveja verde, el frijol y las cebollas. “Cuando el invierno es muy fuerte, la humedad es altísima y afecta las cosechas en cuanto a calidad y precio. Por ejemplo, el bulto de arveja verde estaba a $340.000 la semana anterior, porque estaba seca; ahora, por el invierno, bajó a $250.000 porque está llegando muy húmeda. El cilantro que no esta húmedo, por ejemplo, se encuentra en $35.000, pero el húmedo se puede conseguir en $15.000 para el tendero”, dijo.

Sin embargo, Jorge Enrique Bedoya, presidente de la SAC, aseguró que Colombia cuenta con numerosos cultivos y regiones y es apresurado sacar conclusiones. “Si bien se pueden presentar bajones de precios a nivel mayorista, esto no garantiza que se trasladen al consumidor”, dijo. El directivo agregó que el gremio pidió mayor protección de las cosechas al Gobierno Nacional, pero que no ha respondido la solicitud.

Por su lado, Felipe Fonseca, director de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Upra), cree que los productos que más impacto tienen en el IPC son, en su mayoría, los mismos que en otros meses y cuya oferta es estacional, es decir, se ve fácilmente afectada por las contingencias ambientales. Sin embargo, agrega que aunque la cifra del grupo se ha ubicado arriba del IPC total, esta ha venido presentando una tendencia a la baja durante febrero y marzo.

Fonseca también agregó que espera que para abril siga habiendo una tendencia de precios a la baja debido al clima que se está presentando en el país y al crecimiento de la oferta de papa y frutas, entre otros productos, que presionarían a la baja los precios en el mercado.

“Lo anterior, siempre y cuando no continúe en aumento la afectación de factores externos, como el encarecimiento de fertilizantes, petróleo, gas y materias primas, productos que, en alto porcentaje, provienen de Rusia o Ucrania”, aseguró Fonseca.

En concordancia con lo anterior, Ríos también afirmó que el invierno fuerte hace que los agricultores aceleren el proceso de recolección de sus cosechas para que no se pierdan. “De esta manera, llega una gran cantidad de productos y se satura el mercado y, por ende, bajan los precios. Pero los consumidores deben aumentar la demanda también, porque o si no, no habría ningún efecto”.

Ríos pronosticó también una inestabilidad en los precios, razón por la cual, los tenderos están comprando cantidades pequeñas, para evadir esa volatilidad. Este impulso a la baja que se viene presentando, de igual manera, puede llegar a ser parcial, pues, según Luis Fernando Mejía, director de Fedesarrollo, la tendencia a la baja está esperada para el segundo semestre del año. De esta manera, se proyecta también que la situación jalone la inflación a una variación negativa.