ICA, Agro-Bio y Acosemillas hacen llamado a productores para sembrar cultivos refugios

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El Instituto Colombiano Agropecuario (ICA), Acosemillas y Agro-Bio hicieron un llamado a los agricultores que siembran maíz y algodón genéticamente modificados (GM), con resistencia a algunos insectos plaga, a que implementen la práctica de refugio.

El cultivo refugio es a una porción de terreno de un lote donde se siembran cultivos transgénicos, en el que se utilizan semillas que no tienen la característica de resistencia a insectos; su inclusión por parte de los productores en esta área, servirá para mantener la población de insectos susceptibles, disminuyendo la posibilidad de la aparición de poblaciones resistentes a la proteína Bt.

Los cultivos Bt son mejorados genéticamente para incluir genes de la bacteria "Bacillus thuringiensis (Bt)", el cual produce una proteína insecticida en contra de algunos insectos plaga, y se encuentra ampliamente distribuida en la naturaleza y se viene usando en la agricultura orgánica por su cualidad controladora de plagas.

Estas entidades buscan sensibilizar a los agricultores sobre las buenas prácticas agrícolas para los cultivos transgénicos, con el fin de retrasar la generación de plagas resistentes a las proteínas. Esto lo hacen a través de programas que imparten temas sobre la preparación del terreno, uso de semillas autorizadas, rotación de cultivos, manejo y control de plaga.

Los cultivos Bt aprobados en Colombia, según el ICA, controlan el gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) en el maíz y el gusano rosado (Pectinophora gossypiella), en el algodón, que son responsables de generar grandes pérdidas para el productor, entre otros.

“Queremos promover la implementación de las mejores prácticas con el uso de estas semillas y que los agricultores que las siembran puedan aprovechar sus beneficios para el control de plagas y, de esta manera, bajar costos en la producción, fortalecer la producción agrícola y la seguridad alimentaria”, comentó Alberto Rosero, subgerente de Protección Vegetal del ICA.

Una de las ventajas de usar semillas con tecnología Bt, es la reducción de aplicaciones de insecticidas químicos, también mejora la calidad del grano al disminuir el daño de insectos y disminuye los niveles de micotoxinas, que son perjudiciales para la salud humana y animal.

Para lo anterior, los productores protegen sus cultivos, los consumidores reciben productos de mayor calidad y están más familiarizados con el medio ambiente.

“Los insectos, como cualquier ser vivo, pueden adaptarse y adquirir resistencia, por lo cual, se hace necesario aplicar buenas prácticas que faciliten mantener la eficacia de la tecnología, para lo cual contamos con un programa de manejo de la resistencia de los insectos llamado Mari basado en múltiples estrategias, entre ellas la siembra del refugio, cuyo objetivo principal es demorar el surgimiento de insectos resistentes”, explicó María Andrea Uscátegui, directora ejecutiva de Agro-Bio.

Leonardo Ariza, gerente general de Acosemillas, dijo que las áreas de refugio deben ser sembradas al lado o a una distancia no mayor a 500 metros del cultivo Bt, en la misma fecha. “Los productores deben aplicar las prácticas agronómicas y las medidas de bioseguridad recomendadas, ya que el refugio se convierte en un escudo protector para preservar la efectividad de los cultivos con biotecnología Bt. Buscamos sensibilizar a los agricultores sobre las buenas prácticas agrícolas para los cultivos transgénicos y de esta forma retrasar la generación de plagas”.