Fertirriego una alternativa para la nutrición eficiente de los cultivos

Esta práctica sugiere un diagnóstico y seguimiento continuo, con análisis de laboratorio (suelos fase intercambiable y fase soluble, foliar y monitoreo visual de un experto), la correcta interpretación de estas ayudas en conjunto con las características agroclimáticas de la finca en momentos críticos permitirán mayor éxito en las cosechas.

El método de fertilización más común para nutrir los cultivos es la aplicación directa de fórmulas granuladas al suelo, en esta práctica las plantas reciben una dosis del fertilizante más alta que la que necesita en el momento, lo que conduce a posibles pérdidas y asimilaciones de nutrientes menos eficiente, ya que indispensablemente los fertilizantes requieren de humedad inmediata en el suelo y de disponibilidad de agua para la correcta dilución, reacción y posterior absorción por parte del cultivo. Condición que no siempre es favorable para el fertilizante.

Es por ello que la fertirrigación es una excelente opción, ya que permite la aplicación simultánea del agua de riego y de los nutrientes necesarios durante el desarrollo de las plantas en una forma localizada, los fertilizantes pueden ser aplicados de acuerdo con las necesidades nutricionales siguiendo la curva de absorción del cultivo, le puede proporcionar lo que necesitan sin mayor gasto de energía y sustituir o complementar una fertilización convencional sin depender de las lluvias, disminuyendo las posibles perdidas por evaporación y lavado, convirtiéndose en una practica de mayor eficiencia.

La forma mas tecnificada de implementar el fertirriego es con la adecuación de sistemas agrícolas de riego que en muchos casos requiere una inversión inicial alta, sin embargo con rápidos retornos en productividad y calidad.

Otro método también puede implementarse de forma más sencilla sin mayor inversión, considerando la dilución de fertilizantes hidrosolubles en agua y la aplicación directa en forma de aguateo o drench. Este método se puede implementar en cultivos hortofrutícolas como complemento o sustituto de la nutrición tradicional, con la maquinaria que se utilizan para realizar las fumigaciones foliares u otros implementos.

Para que esta práctica cumpla con la eficiencia esperada, se debe analizar bien los tipos de fuentes a utilizar, en el mercado existen diversas fuentes, lo más importante es utilizar fertilizantes altamente solubles, esto quiere decir que se disuelvan totalmente en el agua y que sean diseñados con este fin para obtener las mejores respuestas esperadas.

Contando con esta herramienta eficiente cuando las lluvias no se hacen presentes en el momento crítico de la aplicación de nutrientes, permitirá disminuir el estrés de los cultivos y aumentar las posibilidades de sacar cosechas más productivas en momentos de menor oferta logrando mejores precios y mayor rentabilidad.