Empaques plásticos antihongos con ácido láurico pueden proteger el tomate de árbol

Los hongos, bacterias y enfermedades que se presentan en los cultivos pueden afectar directamente la siembra, dañando el fruto y haciéndolo imposible para la venta e ingesta humana, e incluso puede llegar a dañar por completo el suelo; proteger la cosecha ya no se vuelve una posibilidad remota, sino una necesidad prioritaria para evitar retrasos económicos.

La ingeniera química Lissette Ariza Corredor, magíster en ingeniería de materiales y procesos de la Facultad de Ingeniería de la Universidad Nacional de Colombia (Unal), propuso el uso de ácido láurico, que es extraído de algunas semillas de diferentes tipos de palmeras como en las semillas de palma y de coco, en bolsas plásticas para alargar la vida útil de la fruta dos semanas, protegerla de hongos y para mantener sus valores nutritivos como vitaminas y minerales.

El tomate de árbol, también conocido por su nombre científico como Solanum betaceum, es una baya de forma ovoide y apiculada que hace parte del grupo de frutas semi-ácidas. En Colombia es considerada una fruta exótica, ya que solo se puede cultivar en climas fríos medios.

Según explicó la Unal, esta se cultiva en zonas de Antioquia, Nariño, Cundinamarca, Caldas y Valle del Cauca. Este es un fruto sustentable e incluso rentable para los agricultores, el tomate de árbol en promedio supera las 150.000 toneladas en producción.

Según un estudio realizado por Tredi, la plataforma de comercio, las exportaciones colombianas de tomate de árbol, incrementaron 85,9% entre enero y noviembre de 2021, lo que significa que llego a un alcance de US$1,1 millones (FOB), en comparación con US$623.294 (FOB) exportados en el mismo lapso de tiempo, pero en 2020.

Otro factor que demuestra su rentabilidad es la perdurabilidad y resistencia que tiene, ya que, según la Unal, esta fruta puede permanecer de 8 a 10 días intacta; sin embargo, por agentes externos como el hongo Colletotrichum tamarilloi, puede dañarse rápidamente y perder sus beneficios, también puede llegar a atacar a cultivos como el aguacate, el banano y el mango, puesto que este hongo está relacionado con la antracnosis.

Este hongo ataca principalmente a cultivos de regiones tropicales, y puede llegar a incluso, afectar el 50% de estos, porque es de rápido esparcimiento. Para combatir este tipo de hongos identifico, la investigadora de Unal, que el ácido láurico, tiene propiedades que ayudan a detener el crecimiento del hongo.

“Se utilizó el ácido láurico extraído del aceite de coco porque en esta fruta se obtiene un porcentaje mayor al 45 %, es decir que se necesita una concentración más baja para obtener un efecto antifúngico o antihongos”, explica la investigadora.

Según explicó Unal para obtener este resultado se pasó por hidrólisis, proceso en el cual se adiciona aceite de coco y agua a un reactor, este se precalienta en un horno a 220 °C durante 2 horas y así se extrae el ácido láurico.

Luego, mediante un proceso de extrusión, que es un proceso industrial de fundir y moldear el plástico a flujo constante con presión, a partir de aquí se incorpora en una máquina el polietileno, material base de los empaques, y se le añade el ácido láurico en 5%, aproximadamente una cuchara.

“Con dicha dosificación se inhibió en 80 % la acción del hongo, alargando la vida del tomate de árbol por dos semanas, tiempo en el que esta fruta no presentó ningún signo de enfermedad; con 3% se observó que la cáscara se empezó a descomponer en la segunda semana, y con un 5 y 10 % a la tercera semana. A mayor concentración, la durabilidad de la fruta tiene más probabilidad de aumentar”, señala Corredor.