El insecto que causó pérdidas de 90% en la producción de maíz en Huila en cinco años

El achaparramiento del maíz es el complejo donde la planta, según su estructura, queda de un tamaño muy pequeño después de la interrupción de su crecimiento, en otros casos se recorta el sistema de producción masiva en el cultivo. Esta problemática se da por la interacción de un insecto vector que nace de las enfermedades causadas por los patógenos y unos hospedantes alternos que están sirviendo como reservorio de esos agentes de contagio cuando no hay grano.

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En un proyecto liderado por Buenaventura Monje Andrade, investigador master y entomólogo asociado al Centro de Investigación Nataima de Agrosavia. Entre 2012 y 2017, detectaron una pérdida de producción de maíz de más de 90% en el Huila, generando pánico y alarmando no solo a todo el departamento sino al ICA. Este hecho dejo a productores mayoristas sin trabajo, es por esto que intervino el Instituto Agropecuario Colombiano en la coordinación del departamento y con Agrosavia presentaron una iniciativa para la financiación de la producción de los agricultores.

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Este problema empezó a esparcirse de manera inmediata por otras zonas como el Tolima, Valle del Cauca e incluso en la Costa, donde se reportaron síntomas de achaparramiento. “Necesitamos generar conciencia, porque las investigaciones solo se han realizado para el departamento del Huila y tenemos resultados contundentes donde demostramos que el responsable de este fenómeno son patógenos asociados a enfermedades del maíz, donde hay una causa problemática en la cual se provoca el secamiento de la planta y de la mazorca, y por estas razones la producción del grano es muy mínima”, comentó Andrade.

Los principales afectados de este fenómeno son los cultivadores o productores de maíz, que sus fuentes de ingreso principal lo adquieren de este sector, y los ganaderos, ya que este tipo de cultivo se utiliza en el Huila como alimento que hace parte de los forrajes para los animales.

La base de la problemática, según nos comenta Andrade, es un insecto vector y un patógeno llamado mollicute que se presenta en dos formas, uno en un phytoplasma y otra en un spiroplasma, que son bacterias sin pared que necesitan de un organismo que los trasporte a la planta, y este ente es el insecto dactylopius name que es un parásito que siempre ha existido en el maíz; sin embargo, anteriormente no se reflejaba este complejo porque no había una gran población invasora y es por esto que no se veían estos impactos negativos en la agricultura.

El cambio climático es otro factor que impulsó el achaparramiento, esto se dio por las mayores temperaturas que estuvieron presentes en los departamentos, las cuales favorecieron el desarrollo y el incremento del insecto, ya que las lluvias y humedades relativas causan bajas en estas bacterias.

El manejo que se le da al cultivo también influye en el incremento de este complejo. “Recuerden que la gran mayoría de los productores no tienen asistencia técnica, por lo tanto, eso hace que el agricultor haga uso de productos químicos que contengan algunas moléculas que afecten directamente, ya que crean resistencia en los insectos y aumentan la infección”.

“Otro factor es el control de malezas en el cultivo y sus alrededores, es común que no tiendan a prestarle atención a los canales, las cercas, donde hay otro tipo de cultivos porque las malezas no representan ganancias, pero ahí hay reservorios de esos patógenos, es decir, después de que no haya maíz en la zona, los insectos van y se hospeda en estas, alimentándose de la savia. Las plantas al estar contaminadas se lo trasmiten al insecto y en el momento que haya maíz tierno, recién emergido, va a ir a contaminarlo”, explicó Andrade.

El maíz se contamina desde las primeras etapas de emergencia, pero los síntomas no se reflejan inmediatamente, sino cuando ya están en la etapa reproductiva. El cultivo se va a ver muy sano y vigoroso, sin embargo, no va a haber grano.

Recomendaciones y medidas para manejar el achaparramiento del maíz

Es necesario, según nos explicó el experto, que se realicen investigaciones a nivel nacional, “ya tenemos datos, herramientas y recomendaciones, pero para el departamento del Huila, se necesita investigación nacional sobre el achaparramiento del maíz”.

No se puede controlar la enfermedad desde su inicio, ya que se refleja en su madurez y ningún insecticida o fungicida va a salvarla, planta infectada no va a producir. La única forma de controlar y prevenir es vigilando el sector y el insecto, acabándolo desde el momento en el que nace la hoja, realizando muestras y cuantificaciones para tener la cantidad exacta de esta población y erradicarla a través del asesoramiento que el técnico.

Para controlar el insecto antes de la siembra se debe aplicar entomopatógenos, es decir, hongos o bacterias que ya están en el mercado, para que controlen la plaga.