Agro

Conozca los productos que más se benefician durante temporada de lluvias del país

Frutas como el aguacate y la lima, así como cultivos de acelga, espinaca, café y cacao se favorecen con las actuales precipitaciones
María Camila Pérez Godoy
29 de abril de 2022

En el primer semestre del año, y principalmente desde el mes de abril, las condiciones meteorológicas del país se caracterizan por un gran número de precipitaciones, que si bien afectan muchos cultivos, también son una temporada favorable para otros.

“Los productos de tardío rendimiento son los que más se ven protegidos con las temporadas de lluvias. Allí se pueden encontrar todos los frutales, como el aguacate y la lima, y también la palma africana, el café o el cacao”, explicó Adriana Senior, presidente de la Corporación Colombia Internacional (CCI).

Como sucedo con estos, las lluvias tienen un efecto positivo sobre la producción de hortalizas de ciclo corto, como resaltó Felipe Fonseca Fino, director de la Unidad de Planificación Rural Agropecuaria (Upra). “En este grupo se pueden listar productos como la acelga, la espinaca, la remolacha, la lechuga y el calabacín”, dijo.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que, pese a los buenos rendimientos que puedan presentar, en general todas las categorías agrícolas presentaron una caída en el abastecimiento de los principales mercados mayoristas, como muestran las cifras del boletín del Sistema de Información de Precios y Abastecimiento del Sector Agropecuario (Sipsa), que publica semanalmente el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (Dane).

El grupo de las frutas presentó una reducción de 36,08%, pues en la semana del 14 al 20 de abril las unidades totalizadas sumaron 20.164, mientras que del 7 al 13 de abril habían sido 31.548. Las verduras y hortalizas, por su parte, bajaron 39,09% hasta 22.948 en el mismo periodo.

Varios expertos sugieren que lo anterior se explica porque, a pesar de que estos cultivos reciben favorablemente el agua, hoy el país atraviesa por una época de inundaciones que excede el nivel de agua requerido en la producción y afecta las cosechas.

“Cuando el invierno es muy fuerte, la humedad es altísima y afecta las cosechas en cuanto a calidad y precio. Por ejemplo, el bulto de arveja verde estaba a $340.000 la semana anterior porque estaba seca, ahora, por el invierno, bajó a $250.000 porque está llegando muy húmeda. El cilantro que no esta húmedo, por ejemplo, se encuentra en $35.000, pero el húmedo se puede conseguir en $15.000 para el tendero”, señaló Luis Hernando Ríos, jefe de mercadeo de la central de abastecimiento Corabastos, en Bogotá.

La situación de las inundaciones aplica de la misma manera para el caso del arroz. Si bien este producto funciona con un mecanismo riego, lo que significa que el agua del cultivo es provista por el hombre en cualquier momento, hay otra modalidad denominada cultivo secano, donde el agua necesaria proviene de lluvias.

El riego fue 70,6% del área sembrada del segundo semestre de 2021, mientras que el secano fue 29,4%.

Según Fedearroz, “en la zona de la Mojana se siembran alrededor de 35.000 hectáreas, el área afectada de fincas arroceras es de aproximadamente 12.000 hectáreas, que dejan de sembrarse por las inundaciones del río Cauca. Esta reducción significa 35% del área que antes era apta para el cultivo del arroz”.

La favorabilidad de las lluvias sobre los cultivos depende, en gran medida, de que los productores siempre cuenten con un sistema adecuado de canales de drenaje, de lo contrario, cualquier producto se puede ver afectado. Y es que, como anota Fonseca, la lluvia y el agua son factores fundamentales para el exitoso desarrollo de los cultivos, y cuando es un fenómeno que se presenta en exceso, podría ser contraproducente.

Este año, de acuerdo con el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam), se prevé que la temporada de lluvias se mantenga hasta los últimos días de mayo.

No obstante, como aseguró la directora del Instituto, Yolanda González, “si bien los modelos internacionales y propios indican que podríamos entrar a una fase neutral entre mayo y julio, hay una probabilidad cercana a 54% de que se pueda extender un poco más”.

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