Conozca las alternativas que tiene para manejar las finanzas de sus empresas agrícolas

En las empresas agrícolas, la gestión financiera se presenta como un reto según lo que señalan empresarios del sector; marcado por la constante incertidumbre y la necesidad de mantener un flujo de caja estable.

Según el portal de Contabilidad y Finanzas, estas abarcan un conjunto de actividades económicas relacionadas con la producción, comercialización y gestión de recursos en el sector agrícola.

“Las finanzas agrícolas facilitan el acceso a recursos financieros necesarios para actividades clave como la adquisición de insumos, la inversión en tecnología agrícola y la contratación de mano de obra”, subrayaron.

La importancia de estas prácticas financieras radica en su capacidad para impulsar no solo la productividad y eficiencia en la producción, sino también para contribuir a la economía nacional.
Según el MinAgricultura, el sector agrícola no solo abastece de alimentos, sino que también genera empleo y promueve la estabilidad económica en diversas regiones.

De acuerdo a el portal, para potenciar el crecimiento agrícola mediante el uso efectivo de las finanzas y créditos, es importante realizar una planificación estratégica. Esto incluye una evaluación detallada de las necesidades financieras específicas, la selección de fuentes de financiamiento adecuadas y la implementación de una gestión financiera precisa.

Meyi Soraya Álvarez Velandi, creadora de Emprendedores 911 y experta en influencia financiera, destacó los principales obstáculos que enfrentan estos negocios hoy en día.

“El mayor desafío para las empresas agrícolas es la incertidumbre”, señaló. “Factores inevitables como el clima impredecible y el aumento de insumos pueden llevar a pérdidas significativas. Por lo tanto, mantener un flujo de caja constante y sostenible es crucial para sobrellevar estos altibajos”, añadió.

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En cuanto a las opciones de financiamiento más adecuadas para las empresas agrícolas, la experta enfatizó en la necesidad de políticas gubernamentales que fomenten el desarrollo tecnológico y la modernización.

“Estos no solo deben enfocarse en financiamiento directo, sino también en apoyo para la tecnificación y la educación agrícola." Según Álvarez, esto permitirá a los campesinos no solo sobrevivir, sino también crecer y competir más efectivamente en el mercado.

Por su parte, Mauro Antonio Jiménez Rudas, analista financiero, propuso una estrategia para enfrentar algunos de los riesgos. “Las empresas de este sector están expuestas constantemente a una serie de riesgos que en su mayoría no dependen de ellos por lo que tener estrategias financieras ayudaría a mitigar un poco las perdidas económicas inesperadas”, señaló.

Entre estos riesgos se incluyen factores climáticos impredecibles, la amenaza constante de enfermedades y plagas, las variaciones en los precios de los productos agrícolas, así como los desafíos relacionados con el acceso al agua y recursos naturales, políticas gubernamentales fluctuantes, tecnología cambiante y riesgos financieros la operación.

Ante este panorama, Jiménez sugirió una estrategia concreta para fortalecer la resiliencia financiera. “Se recomienda a los empresarios agrícolas crear un fondo de ahorro dedicado”, afirmó. “Este fondo debe ser alimentado con depósitos mensuales regulares, con el objetivo de acumular un saldo positivo que pueda ser utilizado en situaciones adversas.

Este fondo, según el analista, cumple un rol importante como colchón financiero. “Permite a las empresas cubrir gastos imprevistos sin recurrir a préstamos o endeudamientos con terceros”, añadió.

El manejo pro activo de las finanzas, incluyendo la creación de fondos de ahorro específicos, se presenta como una estrategia para que las empresas agrícolas no solo sobrevivan, sino que prosperen frente a los desafíos. Esta medida no solo fortalece la capacidad de respuesta ante crisis, sino que también contribuye a la sostenibilidad a largo plazo de estas unidades.

Se hace un llamado a los empresarios agrícolas para que adopten una cultura de gestión financiera pro activa, implementando las herramientas y estrategias necesarias para enfrentar los desafíos del sector y asegurar su sostenibilidad a largo plazo.

La creación de fondos de ahorro, la diversificación de fuentes de financiamiento y la búsqueda de asesoría especializada son acciones clave para esta gestión en desarrollo.