Aprenda a lograr un rendimiento promedio de 40 toneladas por hectárea de guayaba

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La guayaba es un cultivo del cual muchos agricultores dependen económicamente, esta fruta tiene una gran adaptabilidad a distintos suelos, es sustentable y rentable, además tiene una alta demanda a nivel internacional, no solo por su jugo, su sabor y por sus propiedades que fortalecen el sistema inmunológico y contienen vitamina C, sino por sus distintas variedades, se pueden encontrar frutos de guayaba fresa, guayaba pera, guayaba manzana, guayaba guinea, guayaba de la montaña, entre otras.

La producción a nivel mundial de guayaba, según el reporte de la dirección de cadenas agrícolas y forestales del MinAgricultura, fue de aproximadamente 2.075.000 toneladas. Colombia solo representa 8% del total de la producción mundial, ocupando el sexto lugar; los principales productores son Pakistán con un índice de participación de 22%, seguido de Brasil (17%), India (16%), México (15%) y Egipto (12%).

Según el reporte, se registra una pérdida de 11% del área sembrada de guayaba común por problemas fitosanitarios, sin embargo, aumentó 15% en producción a nivel local. Respecto a la guayaba pera se vio un incremento en la zona de siembra de 48% y 28% en la producción. La guayaba tradicional, es decir, la común, es habitualmente cultivada en los departamentos de Santander, Boyacá y Atlántico con 70% de la producción nacional.

Este es una fruta que, a nivel productivo, económico y de sustentabilidad, es bastante rentable. “El cultivo de guayaba alcanza rendimientos superiores a 40 toneladas por hectárea. Además, es perenne, por ende, su ciclo de vida puede llegar a más de 20 años, los cuales pueden ser aprovechable en términos económicos por el productor”, explicó Yesith Montero, profesional de Apoyo a la Investigación del Centro de Investigación Caribia de Agrosavia.

Según Montero, la clave detrás de una siembra exitosa, son los componentes con los cuales se realiza, es decir, se debe plantar con materiales mejorados genéticamente para así garantizar buenas producciones, agilizadas, óptimas y sin retrasos. Además, esto asegurará una excelente comercialización.

“Se recomienda distancias de siembra 7x7, 6x6, 7x5, 7x6 en triángulo, manejados con podas para evitar en el tiempo competencia”, comentó Montero.

Para mantener el cultivo se deben tener cuidados de riego por goteo, control de arvenses, que es el manejo de la cobertura del suelo para prevenir su erosión en las calles del cultivo y en la zona del plato, podas de formación, fertilización tanto edáficas, que se trata de aplicar fertilizante de manera directa a la base de la planta o directamente en el suelo, como foliar como complemento. A su vez se necesita realizar monitoreo de plagas y enfermedades, y cosechas a tiempo para evitar sobre maduración de la fruta en el árbol, según explicó el experto.

Para poder cuidar de esta planta hay que tener conocimiento de sus posibles enfermedades o bacterias. Según explicó Carlos Esteban Brochero, investigador Máster del Centro de Investigación Caribia de Agrosavia, “hay dos plagas limitantes para la producción de guayaba. Una es la mosca de la fruta (Anastrepha striata) cuyas larvas se alimentan de la pulpa de los frutos, causando un impacto directo sobre la producción. Y la otra es la cochinilla blanca (Capulinia sp.) que forma colonias en las ramas y troncos, generando un secamiento cuando las poblaciones son muy altas”.

“El manejo para combatir estas enfermedades comienza con un programa de monitoreo sistemático que permita detectar de manera temprana estas plagas. Para la mosca de la fruta se realiza mediante trampas McPhail, utilizando un cebo alimenticio. En el caso de la cochinilla se realiza mediante inspección visual de las ramas y troncos de los árboles”, explicó Brochero.

El control debe basarse en estrategias económicas y ambientalmente sostenibles, según comentó el experto. La mosca de la fruta se puede combatir a través de la recolección y enterrado de frutos sobremaduros, el rastrillado del suelo, trampeo masivo con cebos tóxicos, aplicación de entomopatógenos, entre otros. Finalmente, para el manejo de la cochinilla se puede realizar la poda, limpiar y pintar con cal los troncos y aplicación de productos químicos.