Agricultura permanente, un modelo agrícola sostenible que fomenta el autoconsumo

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“En la agricultura se puede ser más productivo, pero es clave está en ser sostenibles”

El concepto de permacultura nació en los años 70. Inició como un sistema para la creación de una agricultura estable. Los creadores de este área fueron los australianos Bill Mollison (biólogo) y David Homgren (ecólogo). Sus fundadores lo definieron como un ecosistema agrícola que puede adaptarse a diferentes regiones climáticas, e incluso utilizarse en condiciones urbanas.

Su posterior desarrollo se ha constituido como una red y un movimiento internacional de practicantes, diseñadores y organizaciones. En Colombia es un área que está en crecimiento como una alternativa para la producción agrícola. Desde la Universidad Nacional se han desarrollado cursos y espacios de investigación que buscan integrar la academia con este área alternativa.

Julián Ernesto Ramírez, ingeniero agrónomo y docente, es quien lidera esta redes de aprendizaje en esta institución. El experto comentó sobre las ventajas de la aplicación de la permacultura.

Según la Fundación Aquae, los principios de la agricultura son el cuidado de la tierra, el cuidado de las personas y la repartición justa. En cuanto a su instalación y aplicación, existen aspectos a tener en cuenta como la observación, la actuación, la captación y almacenamiento de energía, la obtención de rendimientos, la aplicación de la autorregulación y la aceptación de la retroalimentación al ecosistema.

También fomenta la utilización y el valorar los recursos y servicios naturales, reducir la producción de residuos, integrar en vez de segregar, recurrir a soluciones lentas y valorar la diversidad.

Desde el Programa de Naciones Unidas para los Asentamientos Humanos (UN-Habitat), se ha promovido como una alternativa para pasar de la cultura del consumo a la cultura de la autosuficiencia. Esto permite reconstruir relaciones armónicas entre los seres humanos y la naturaleza.

Sobre este aspecto, Ramírez comenta sobre la integración que ha tenido esta técnica agrícola en los espacios urbanos. "No es una perspectiva negativa sino un valor. Se empodera el papel de la ciudadanía sostenible que a su vez, logra reducir costos gracias al autoconsumo". Además, añadió que la permacultura tiene algunas dificultades como "el uso de correctas condiciones y el espacio". Es decir, pueden existir limitantes de energía para su instalación en determinados espacios. Sin embargo, para esto, en este tipo de agroecosistemas se utilizan energías alternativas como la solar y la eólica.

Para fortalecer la eficacia de la permacultura, Ramírez enfatiza sobre la transferencia de conocimiento sobre técnicas de compostaje y reciclaje de residuos sólidos. “También en las ciudades se promueve lo educativo, las organizaciones de ciudadanos que, a través de la permacultura, se juntan para construir ciudadanía”.

Además resaltó que los espacios de investigación y academia para la difusión de áreas alternativas “La academia se sigue integrando con la agricultura, lo cual antes no se hacía en la misma medida”, indica el Ingeniero Agrónomo, Julián Ernesto Ramírez, líder del curso y permacultor.