Conozca los factores de riesgo, síntomas y tratamiento para atender a un bovino caído

Como resultado de algunas patologías y accidentes, los bovinos tienden a caerse. Este fenómeno puede desencadenarse por estrés calórico, una baja de calcio sanguíneo u otros problemas metabólicos asociados. Lo que los propietarios de hato ganadero deben considerar es que, sin importar cual sea la causa que lo generó, los animales caídos tienen un riesgo considerable de muerte.

Es importante aclarar que no es lo mismo cuando el bovino se echa a realizar la rumia, que cuando está caído. Un animal caído es aquel que no se puede levantar por sus propios medios.

"Dado el tamaño de los órganos de los bovinos, la caída del animal puede generar presiones que lesionen los nervios o los músculos del mismo", Ricardo Arenas, médico veterinario especialista y coordinador en asistencia técnica y extensión en Fedegan.

Las causas de este fenómeno son múltiples. Hay que aclarar la diferencia entre el "síndrome de la vaca caída" con los demás factores de riesgo. "Este síndrome hace relación exclusiva a las vacas que se caen por desbalances generales de calcio y magnesio, estos se dan en el parto por efecto de las hormonas y de la producción de leche", comentó el experto.

Para el resto de bovinos, este fenómeno se puede presentar por algunos factores como el golpe de calor o estrés calórico. Esto suele ocurrir cuando los animales no cuentan con los medios para regular su propia temperatura corporal. La ocurrencia de accidentes o fracturas también pueden conllevar a la caída del animal.

Respecto a esas maniobras de ayuda, es importante apartar al animal donde esté resguardado del sol y la lluvia y mantener limpia y aseada la zona donde se encuentra postrado.

El suministro de agua y alimento es fundamental. Si el animal no tiene fracturas, se recomienda cambiarlo de posición para evitar daño muscular y facilitar el eructo. "Hay que procurar moverlo de manera que no esté echado sobre la parte izquierda de su cuerpo, esto para que pueda eructar", dijo Arenas. Masajear sus patas es una alternativa para mejorar su proceso circulatorio.

Si bien la caída del animal requiere un cuidado importante, Arenas explicó que se pueden recuperar. "Pueden reaccionar, por ejemplo, con la aplicación de suero con calcio por vía intravenosa. Si la caída ocurrió por otras condiciones como el timpanismo, u otras fracturas, hay que tratarlo para que se pare lo más rápido posible", afirmó.

Este fenómeno se puede presentar en todos los hatos bovinos, con una mayor ocurrencia en los de producción lechera debido al síndrome de la vaca caída. "Son las vacas de leche las que tienen una mayor necesidad de calcio", indicó. Sin embargo, en climas cálidos en contextos de ganadería de cría también puede ocurrir por otras patologías como anemias, las cuales debilitan el animal.

En el Manual Práctico Ganadero, iniciativa virtual del área de extensión de Fedegan, se puede encontrar un capítulo completo dedicado a los primeros auxilios para atender bovinos caídos. Desde esta iniciativa de difusión también se revisan otras enfermedades y asuntos de importancia para el sector ganadero, el cual se puede consultar en la página de YouTube de Fedegan.