Pan de masa madre

Para unos consumidores, el pan de masa madre es una variedad que lleva muchos años, para otros es nuevo. Quien por primera vez lo conoce, lo primero que preguntan cuál es la diferencia con el pan corriente. La respuesta es fácil, la masa madre se elabora con harina de trigo y agua desde el día anterior y se mezcla en los amasados diarios para reemplazar la levadura fresca o seca y los procesos de elaboración son diferentes.

Orlando López, un hombre de 58 años de edad, quien estudió publicidad, visita el mercado mayorista de Corabastos para comprar los insumos para elaborar este tipo de pan. Con su hermano Gabriel, en el municipio de Cota, en la panadería Pan de la Casa, plasman ambos el legado que le dejó su progenitor en una de las profesiones más antiguas de la humanidad, la de panadero.

El de masa madre lleva más tiempo en su proceso de fermentación, inicia con la mezcla de agua y harina hasta lograr masa fluida, dejándola reposar 20 horas o más para su fermentación y posteriormente se utiliza como una levadura natural, no requiere adicionarle nada más, hace años le colocaban levadura de cerveza.

Ese tipo de masa le va a dar al producto final excelente calidad, sabor, tamaño y consistencia de la miga y es más duradero, expresó López, quien lleva más de 25 años elaborando este producto en la ciudad de Bogotá y luego en Cota, con grande aceptación.

En la parte nutricional, el pan con masa madre requiere la utilización insumos de alta calidad, lo que le aporta mayor durabilidad, además se empaca en bolsas de polipropileno que conserva sus cualidades hasta seis días en perfectas condiciones.

Se han elaborado estudios que revelan que el consumo regular mejora la salud intestinal y ayuda a la digestión.
En la actualidad lo están consumiendo bastante debido a la masa que mejora la textura, sabor y olor por la utilización de levadura natural y las bacterias que intervienen en su proceso de elaboración y la fermentación ayuda a que haya un alto contenido de fibra.

Finalmente, Orlando manifiesta que está todo servido para iniciar proyectos o emprendimientos con gran futuro, por ejemplo elaborando este tipo de pan, que según estudios en Colombia es uno de los países de Latinoamérica que menos consumo de pan per cápita tiene, con 22,2 kg por habitante, mientras que países como Chile consume 96 kg por año, lo que hace atractivo al sector, que la verdad viene en aumento por parte de los consumidores que cada día que pasa es más exigente a la hora de comprar un buen pan caliente, de color y aroma agradable y sabor delicioso.