No hay enemigo pequeño, y usted lo sabe, ¿o no lo sabía?

La papa es uno de los alimentos indispensables en la dieta de los colombianos y su cultivo genera alrededor de 264.000 empleos. De acuerdo con Fedepapa, actualmente en Colombia hay 130.000 hectáreas cultivadas con un potencial de 2,02 millones de hectáreas aptas para cultivar. Sin embargo, la cifra de importación de este tubérculo es alta, siendo para 2016 de 42.000 toneladas, reflejando así la baja productividad de este cultivo en el país. “En promedio una hectárea está produciendo 20 toneladas, mientras que, en países como Holanda, los rendimientos llegan hasta 60 toneladas, por hectárea”, comentó María Fernanda Nossa, gerente de marketing de Basf para Colombia.

Uno de los desafíos que enfrentan los agricultores, en materia de productividad, es la implementación de programas integrados para el manejo de plagas, especialmente de tecia solanivora, también conocida como la polilla de la papa, ya que su ataque puede provocar la pérdida hasta 100% de la producción. Este lepidóptero que vive, se alimenta y hace su ciclo en estado de larva dentro del tubérculo, además de comérselo internamente, lo deja completamente contaminado, por consiguiente, inservible para el consumo tanto humano, como animal.

Según Edison Torrado, director general y fundador del Instituto Entoma, las hembras de esta plaga ponen los huevos ligeramente enterrados cerca a la base del tallo. Por lo tanto, las larvas al nacer se entierran rápidamente a través de las grietas del suelo. “Cuando se encuentran uno o varios agujeros en la papa, es porque ya salió la larva e hizo el daño y no lo contrario, puesto que en su etapa inicial es una larva imperceptible al ojo”, aseguró.

En la actualidad, existen varias alternativas para hacer un buen control fitosanitario de esta plaga. Sin embargo, como explicó Carlos Sepúlveda, consultor de cultivo de Basf, para que estos programas de control funcionen, se deben implementar buenas prácticas agrícolas por parte de los agricultores, tales como la rotación de cultivos, la realización de aporques altos y una adecuada preparación de suelos. “De nada le sirve al agricultor tener excelentes productos, tecnología e innovación si no desarrolla buenas prácticas agrícolas como parte importante de la estrategia de control”, explicó el experto.

Una vez se tenga consolidado un plan de manejo integrado para la plaga, el agricultor puede empezar a implementar la estrategia de control químico. “Los agricultores ahora cuentan con herramientas innovadoras para el cultivo de papa que maximizan la eficacia de los programas para el control fitosanitario de las plagas”, dice Sepúlveda. Uno de estos productos es Sunfire®, desarrollado por la multinacional alemana Basf, líder en innovaciones para el agro.

Sunfire® ha demostrado tener el mejor desempeño de control de las poblaciones adultas, evitando que ovipociten, y de la larva neonata antes de ingresar a la papa, donde hace todo el daño.

“Sunfire® es el único insecticida con registro ICA que controla la tecia afectando la respiración e inhibiendo el metabolismo de energía”, explicó Sepúlveda.

De este modo, su uso se convierte en estrategia clave para incluir en los programas de manejo y control, obteniendo así cosechas más sanas y cultivos más rentables.

Para el manejo integrado de la polilla, tenga en cuenta estas buenas prácticas:

1. Utilice siempre semilla sana certificada por el ICA.

2. Haga rotación de cultivos.

3. Haga una adecuada preparación de suelos.

4. Realice las labores culturales de desyerba y aporque oportunamente.

5. Haga aporques altos.

6. Instale trampas de monitoreo.

7. Haga rotación de grupos químicos de insecticidas, para evitar los problemas de resistencia.

8. Si hace mezclas, combine productos de diferente mecanismo de acción como Sunfire® para fortalecer las aplicaciones de control.

9. Aplique productos con registro ICA para el control de la polilla.

10. Cuente con agua de riego disponible para cubrir las necesidades del cultivo.