Las variedades de café y la renovación adecuada que deben tener para la producción

Una planta de café se debe renovar cuando presenta un excesivo crecimiento en altura de los árboles, baja producción y desplazamiento de la zona productiva del árbol hacia la punta de las ramas y hacia el tercio superior del tallo, pérdida de ramas bajeras y dificultad para realizar las prácticas de manejo del cultivo como son la cosecha y el manejo de plagas y enfermedades. Por estas razones es necesario renovar los cafetales, porque “La renovación de hoy es el café y la plata del futuro y producción”.

El Centro Nacional de Investigaciones de Café, Cenicafé, optó por la estrategia de utilizar la diversidad genética como eje central para la obtención de variedades de café con resistencia durable a la roya del cafeto. Dentro de este concepto, las variedades que desarrolla son compuestas, lo que significa que son la mezcla de diferentes progenies que difieren en su nivel de resistencia pero que comparten excelentes atributos agronómicos como producción, calidad física del grano y calidad sensorial, conservando el perfil de taza del café colombiano.

La variedad del café hace parte de las prácticas agronómicas recomendadas para maximizar la rentabilidad del cultivo. Estas incluyen: renovación, densidad de siembra, ciclos de renovación, fertilización, sistema productivo (libre exposición/sombra), manejo integrado de arvenses, manejo fitosanitario, entre otras.

Recordemos. Las variedades mejoradas desarrolladas por Cenicafé, son resistentes a la enfermedad de las cerezas del café (CBD), enfermedad que solo se encuentra en el continente africano, pero para la cual la caficultura colombiana ya está preparada. La única forma de garantizar la diversidad genética responsable de la resistencia estable y duradera a la roya, es mediante la adquisición de semilla certificada en los Comités de Cafeteros o Almacenes del Café de su localidad.

Cada una de las variedades desarrolladas por Cenicafé son productos respaldados por más de 20 años de investigación científica, que contribuyen a una caficultura rentable y sostenible.

Además, las variedades Cenicafé 1 y las variedades Castillo General, zona Norte, zona Centro y zona Sur, no requieren de la aplicación de fungicidas para el control de la roya, permitiendo la implementación de una caficultura rentable, sostenible y de calidad.

Todas las variedades desarrolladas que hacen parte del portafolio de la Federación Nacional de Cafeteros están al servicio de las familias caficultoras colombianas. Son variedades compuestas, conformadas por líneas mejoradas que no necesariamente son parecidas en su aspecto, lo que significa que en el campo pueden observarse distintos tipos de arquitectura de planta y colores de brote (verde y bronce), sin que ello constituya una limitante en el desarrollo de su potencial agronómico y productivo.

Otro factor fundamental es la densidad de siembra del cultivo de café, decisión clave en la producción que se debe definir desde la etapa de establecimiento o siembra. Las variedades de porte bajo cultivadas en Colombia permiten el uso de mayores densidades de siembra comparadas con las densidades utilizadas en variedades de porte alto. Las mayores producciones obtenidas con variedades de porte bajo se han alcanzado con densidades de siembra de 10.000 plantas por hectárea.

Tenga en cuenta que se debe sembrar oportunamente para no perder ciclos productivos. En los cafetales recién sembrados es frecuente observar el retraso en el crecimiento o hasta la muerte de las plantas en el campo, debido a la falta de agua en los meses posteriores a la siembra. Cuando se siembra en el período recomendado se evitan las pérdidas de plantas y de dinero.

Los meses recomendados para la siembra del café son al inicio del período de lluvias de la región, lo cual garantiza que el suelo tenga las condiciones de humedad adecuadas para el crecimiento de cafeto y con suficiente duración para asegurar el establecimiento de las plantas en el campo perenne, cada decisión tiene implicación.