Las diferentes razas de gallinas ponedoras que hay para el negocio de la producción

Como sucede en todas las clases de producción pecuaria, la industria avícola maneja diferentes razas de aves de acuerdo a los objetivos del negocio. Gallinas ponedoras y pollos de engorde son las dos grandes líneas en la que se especializan las grandes empresas a nivel nacional. Gracias a la investigación genética de muchos años, tanto en Colombia como en el mundo se han logrado desarrollar diversas razas de gallinas ponedoras que se adaptan a las diversas circunstancias de precio, alimentación, espacio, clima, temperatura, etc.

Hoy en nuestro país, el gran porcentaje del mercado de las gallinas ponedoras está dominado por cuatro razas muy definidas: Isa Brown, Hy-Line Brown, Lohmann Brown y la Babcock Brown.
Estas líneas genéticas son las más comerciales, todas ellas de color marrón tanto en su plumaje como en los huevos que ponen y cada una con sus fortalezas, son las que llenan, por millones, los galpones de la industria avícola nacional. Su precio oscila entre $20.000 y $25.000, dependiendo de su línea genéticas, edad, peso y otras variables.

Sus características las llevan a ser las mejores opciones para el negocio por sus altos índices de conversión de alimentos, por su regularidad en la producción de huevos y por ser muy resistentes a enfermedades, climas y/o temperaturas cambiantes, siempre dentro de un manejo sanitario y veterinario adecuado y profesional.

Caso particular es la Isa Brown, conocida también como la ponedora de los Huevos de Oro, cuya producción anual puede llegar hasta 500 huevos, con una óptima alimentación, buenas condiciones de bioseguridad y cuidados veterinarios.

Existen otras razas de gallinas de plumajes y huevos blancos cuya raza más conocida es la Leghorn, siendo la protagonista de la mayor parte de la producción mundial de huevos de cáscara blanca. También se comercializa en nuestro país la Shaver Black, conocida como la Reina Negra, con buenos índices de postura y gran adaptabilidad a diversas condiciones de climas.

En el negocio de las ponedoras, todo se basa en la productividad, haciendo el cálculo entre la cantidad de alimento que necesita un ave para poner un huevo de buen tamaño, peso y calidad. Mientras la conversión sea más positiva, la rentabilidad será mejor.

El crecimiento de los mercados de productos naturales ha obligado a algunos productores a tener aves cuya producción es diferente, pero no menos interesante. Es una tendencia actual a la crianza de gallinas llamadas criollas, que ponen huevos de colores diferentes a los normales: azules, verdes, rosados, amarillos, etc.

Son aves de manejo más natural, muchas veces a campo abierto y con alimentación basada en lo que ellas encuentran durante el pastoreo y con algunos complementos, cuyos huevos se venden a mejor precio, pero en menos cantidades. No son unas razas muy comerciales ya que necesitan más alimento y sus niveles de productividad a gran escala no son rentables.

Se adaptan fácil a diferentes entornos y aunque su productividad no es tan alta como las líneas Brown, ponen huevos suficientes para consumo familiar o, incluso, para comercializar a escalas pequeñas o medianas. Existen otras razas exóticas.